Unas 60.000 personas entre devotos y turistas asistieron a una crucifixión colectiva en la que media docena de personas se clavaron en cruces de madera emulando a Jesucristo.
Este tradicional evento en la provincia de Pampanga, a unos 50 kilómetros al norte de Manila, cuenta cada año con una elevada asistencia al evento. Sin embargo, esto contrasta con el bajo número de crucificados, ya que el año pasado hasta 15 personas imitaron a Jesucristo en el Calvario sobre el montículo de esta localidad.
Mientras, en las calles de San Fernando miles de devotos recorrieron kilómetros descalzos hasta la catedral de la localidad entre ayer y hoy.
Muchos de ellos completaron el recorrido dándose latigazos en la espalda hasta dejarla en carne viva y otros portaron cruces al hombro de más de 25 kilos de peso a modo de penitencia.
Estas escenas son parte de la Semana Santa en Filipinas, donde algunos creyentes buscan la redención experimentando en su cuerpo los tormentos que sufrió Jesucristo en el Calvario según el relato bíblico.
