Después de anunciar la decisión -el martes- de subir 150 puntos básicos la tasa de interés de referencia para aplacar la presión inflacionaria, el presidente del Banco Central no emitió opinión pública sobre el revuelo que despertó desde entonces. Hasta hoy. Eligió la red social Twitter para expresar: “Es sorprendente la cantidad de defensores que tiene la inflación en nuestro país. Por ello es bueno recordar los beneficios de bajarla”.
En verdad, Sturzenegger hacía referencia (linkeaba) un texto escrito por el economista Martín Tetaz, titulado “12 razones por las cuales la inflación es una tremenda enfermedad”.
El texto citado señala un párrafo sobre la alta inflación que el titular del Central suscribiría de punta a punta. “Todavía la batalla cultural sobre sus nefastas consecuencias está lejos de haberse ganado y cada tanto aparece alguien sugiriendo que “un poco de inflación no está tan mal”.
Esa definición va en línea con lo que el titular del BCRA viene diciendo desde que asumió el cargo, en diciembre de 2015. Que es prioritario bajar la inflación. Es un mandato que empezó a generar ciertos cuestionamientos (en público y lejos de los micrófonos) por quienes opinan que el rigor que está poniendo el Banco Central para encajar la inflación dentro de la meta del 17% para este año es una medicina tal vez demasiado potente y con “efectos secundarios” que pueden complicar la aún muy débil recuperación de la actividad económica.
De algo de eso se habló el martes pasado (antes de hacerse pública la suba de tasas) cuando se reunió el denominado gabinete económico. Sturzenegger tiene pautado hablar en público el próximo martes, cuando presente el Informe sobre Política Monetaria (IPOM). Allí informará más ampliamente que en el comunicado del martes qué está viendo el Banco Central.
Analistas como Roberto Frenkel y Miguel Bein hicieron notar sus diferencias con la estrategia oficial. Claro que también se hicieron escuchar quienes defienden lo que está haciendo el Banco Central, argumentando que el BCRA se tiene que ocupar de la inflación, no del crecimiento. En esta posición están Diego Giacomini (Economía y Regiones) o Fausto Spotorno (Ferreres y Asociados).
Dentro del Gobierno se habla de que hubo sorpresa por el ajuste monetario. Y se discuten los efectos del apretón monetario. Naturalmente, no se dicen esas cosas en público. Menos porque Sturzenegger tiene el apoyo (y lo dijo en público) del presidente Mauricio Macri, quien insiste en que la caída de la pobreza está directamente relacionada con la caída de la inflación.
Sturzenegger, además, insiste -al contrario de lo que opinan los que creen que las tasas frenan el crecimiento- que justamente la caída de la inflación es la que va a garantizar más crecimiento. Por cierto Bein reconoció en estos días que con las tasas de interés en este nivel el índice de precios podría caer a 1% o menos a partir de junio o julio.
Claro que ese apretón monetario, que seguramente se traducirá en una caída de la inflación (que ya acumula 6,3% en el primer trimestre el año) está llevando a muchos consultores , a recortar sus proyecciones de crecimiento para este año, que en pocos meses bajaron de 3,2 a 2,8%.
Clarín
