Mauricio Macri se refirió recientemente a las mafias sindicales, empresarias, políticas y judiciales. Prometió desterrarlas. Sin embargo, el mensaje presidencial, expresado en la víspera del primer paro general de la CGT , tenía un único destinatario: los gremios.
«El Presidente habló en términos generales, pero el mensaje fue captado: si extorsionás al Gobierno, vas a ser tratado como una mafia», argumentó ante LA NACION un integrante del gabinete de ministros.
En privado, cuando Macri se refiere a las mafias sindicales, suele apelar como caso testigo al de Omar «Caballo» Suárez, el ex jefe del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU).
Suárez está preso desde el 13 de septiembre pasado por bloquear puertos, extorsionar a empresarios y por ser el presunto jefe de una asociación ilícita. Su gremio fue intervenido por orden judicial el 18 de febrero de 2016 y desde entonces se destaparon decenas de irregularidades y negociados que el sindicalista desmintió desde el encierro.
Entre los negociados detectados en el SOMU se entrecruza la connivencia con el kirchnerismo. Está en curso, además, una investigación en la que se pone bajo la lupa las cargas que transportaban los barcos que estaban tripulados por los adherentes del «Caballo». En el Gobierno rastrean pruebas que refuercen sus sospechas de que Suárez traficaba mercancías y drogas por los canales fluviales limítrofes. Así lo reconoció a LA NACION un allegado a Alfredo Bertonasco, el nuevo interventor del SOMU.
Pero más allá de las irregularidades que hicieron caer al «Caballo» Suárez, el mensaje de Macri también hacía referencia a otros sindicalistas.
Uno de ellos es otro portuario: se trata de Herme Juárez, jefe del Sindicato Unidos Portuarios Argentinos (SUPA) de San Lorenzo. Herme Juárez, fiel reflejo del sindicalismo empresario a partir de una cooperativa, controla los puertos aceiteros, harineros y cerealeros y su modus operandi también es el apriete, según denunciaron empresarios del sector ante las autoridades de los ministerios de Trabajo y de Transporte.
El endurecimiento del oficialismo con el sindicalismo no fue sólo retórico. El ministro de Trabajo, Jorge Triaca, amenazó a los gremialistas con auditar las elecciones internas en busca de irregularidades que lo habiliten a intervenir en las organizaciones o que habiliten una renovación en las cúpulas.
Triaca tiene a varias seccionales de la Uocra en la mira. Son todos bastiones que no responden a Gerardo Martínez, el jefe nacional de los albañiles. Una es la de La Plata, que la maneja con puño de acero Juan Pablo «Pata» Medina. Otra es la de Lomas de Zamora, que está liderada por Walter Leguizamón, que ganó trascendencia por los enfrentamientos a tiros por el control territorial de las grandes obras en el conurbano bonaerense.
También hay sospechas por la seccional de Quilmes, conducida por Juan «Lagarto» Olmedo, un hombre de Sergio Massa que es, además, vicepresidente del Concejo Deliberante de Florencio Varela. El último antecedente violento de Olmedo fue la agresión a concejales kirchneristas en plena sesión, el año pasado. Y hay una cuarta seccional en la mira: la de Zárate, que tuvo a su cargo las obras vinculadas a Atucha. «En Atucha II teníamos unos 6000 trabajadores. La comisión interna se había convertido en dealer. Estos muchachos, arreglados con narcos, enfermaban a nuestros compañeros», alertó Gerardo Martínez sobre el avance de la droga en los lugares de trabajo. El sindicalista dijo a LA NACION que desconoce de las intenciones del Gobierno, aunque dio luz verde para actuar en caso de que exista alguna denuncia judicial.
Cuando Macri habla de mafias sindicales también se refiere a Carlos Acuña, el barrionuevista que integra el triunvirato de mando de la CGT. Molestó en el Gobierno ver cómo una patota vinculada al gremio de Acuña amenazó a la dueña de una estación de servicio de Lomas de Zamora que no quería adherir al paro.
Macri también se refiere al taxista Omar Viviani, a pesar de que fue su socio durante años en el control de los taxis porteños. El gobierno macrista porteño y Viviani trabajan codo a codo desde hace años. Desde el mercado de las licencias hasta los cambios de leyes vinculadas al rubro. También, la suba de las tarifas para la bajada de bandera. Son casi socios. Viviani se disculpó por teléfono con distintos funcionarios por su amenaza de «dar vuelta» a los taxis que no acaten el paro.
Cuando Macri habla de mafias sindicales también se refiere a Hugo Moyano, aunque lo privilegia como su interlocutor gremial favorito. El Presidente no está dispuesto a forzar un enfrentamiento con el jefe camionero. Macri y Moyano priorizaron últimamente intercambiar información sobre la empresa de correo postal OCA o sobre fútbol. Así habrían pactado que el camionero administre la firma postal y el ascenso de Carlos «Chiqui» Tapia, yerno de Moyano, como el reemplazante de Julio Grondona al frente de la AFA.
«Moyano, por ahora, no se fue de pista, a pesar de algunas amenazas de su hijo Pablo con el conflicto [de encuadramiento gremial] de Gate Gourmet. Viviani se fue de pista y reculó. El mensaje del Presidente fue para todos», graficó un funcionario de trato cotidiano con los sindicalistas.
Negocios marítimos
Conocido como «el Caballo», es el hombre fuerte del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) y tuvo negocios y una fuerte connivencia con el kirchnerismo. Hoy el gremio está intervenido y el propio Suárez está preso por bloquear puertos y extorsionar a empresarios, entre otros delitos
Enclave portuario
Herme Juárez lidera el sindicato de los portuarios de San Lorenzo, un enclave decisivo, desde el cual controla los puertos aceiteros, harineros y cerealeros. Al mismo tiempo maneja desde hace 40 años una cooperativa portuaria y tiene varias denuncias de apriete en su contra
Líder cuestionado
Con un origen cercano a Luis Barrionuevo, Carlos Acuña integra hoy el triunvirato de la CGT y es el líder del Sindicato de Obreros y Empleados de Estaciones de Servicios. En el paro del 6 de abril, una patota atribuida a ese gremio amenazó a la dueña de un local en Lomas de Zamora
Taxista con probation
Siete mandatos consecutivos lleva Omar Viviani, de 65 años, al frente del Sindicato de Peones de Taxis de la Capital. Tuvo que disculparse por mandar a «dar vuelta» los taxis que no adherían al último paro de la CGT, hasta el punto de ofrecer una probation para evitar una condena judicial
Mano dura
Con puño de acero maneja Juan Pablo «Pata » Medina la seccional La Plata de la Uocra, una de las más combativas del gremio. Hace tres años se atrincheró varias horas en su auto al negarse a un control vial sobre la ruta y agredió a golpes de puño a una oficial de la Policía bonaerenses
Dirigente a tiros
Walter «El Lobo» Leguizamón conduce la Uocra de Lomas de Zamora y extiende su influencia a otros distritos del sur, como Florencio Varela y Quilmes. Ganó trascendencia por los enfrentamientos a tiros por el control territorial de grandes obras en el conurbano bonaerense.
Fuente: la nación