La práctica del jueves no fue una más en Boca. El empate sobre la hora que consiguió Patronato en La Bombonera fue un golpe duro en lo anímico para el plantel, por lo que los referentes decidieron reunirse con sus compañeros en el vestuario, sin la presencia de Guillermo Barros Schelotto ni ninguno de los integrantes del cuerpo técnico.
El «Mundo Boca» es una aplanadora, que puede llevar todo por delante, tanto lo bueno como lo malo. Algunos resultados irregulares produjeron cimbronazos dentro de Casa Amarilla y la presión mediática que promociona el acercamiento de River (en la Fecha 24 se verán las caras en el Alberto J. Armando) aceleraron esta charla que tuvo a Fernando Gago y Pablo Pérez como principales interlocutores, sumado a algunas apreciaciones de Santiago Vergini.
La idea del encuentro, principalmente, fue no dejar que el ánimo y la confianza decaiga.
Recalcar que los números avalan al Xeneize, al ser el conjunto que más encuentros ganó, el que menos perdió y el que más tantos anotó. Con 44 puntos, lidera en soledad, aventajando por cinco unidades a Newell’s y por seis a River y Estudiantes.
Al parecer, esto se logró. Puntualizaron en no minimizar lo conseguido hasta ahora y comprender que están cerca de lograr el objetivo que se trazaron al inicio de la temporada: salir campeones y clasificar a la próxima Copa Libertadores. Además, los referentes pidieron entender que son los únicos que dependen de sí mismos para levantar el trofeo.
También solicitaron el «cuidarse y ser inteligentes» tanto dentro y fuera de la cancha; algo que el propio Mellizo esbozó en varias ocasiones al avisar que «uno es jugador de Boca las 24 horas del día». Quieren evitar que polémicas por fuera de lo futbolístico, como el video en vivo de Instagram de Cristian Pavón y Jonathan Silva a la 1 de la mañana en la concentración, ocupen el centro de la escena y les juegue una mala pasada en la recta final del certamen.
El plantel se juramentó estar más unido que nunca, tirar todos hacia adelante y no repetir errores del pasado.