Con la tranquilidad de la clasificación asegurada y la necesidad de rescatar un empate para garantizarse la definición de los encuentros mata – mata en el Monumental, River se presentó ante su gente con un equipo plagado de suplentes.
Las limitaciones de Independiente Medellín de Colombia representaron otro factor para que Marcelo Gallardo apueste por los jugadores de menor jerarquía, y el prematuro penal que sancionó el brasileño Raphael Claus confirmó la teoría. La fiesta en Núñez parecía instalarse desde el inicio.
Sin embargo, Lucas Alario no logró capitalizar la pena máxima. El remate centrado le permitió a David González convertirse en héroe, y su intervención en el rebote evitó el gol de Nacho Fernández. Una mano del delantero le dio una vida más a la visita, que a partir de ese momento le perdió el respeto a su rival.
A pesar de las débiles incursiones ofensivas de Valentín Viola y Juan David Valencia, los conducidos por Luis Zubeldía no lograban inquietar al Millonario. Alguna leve oportunidad a través de la vía aérea pudo complicar a Velazco, aunque el juvenil respondió con seguridad.
Una clara mano de Lopera debió ser sancionada con otro penal, pero el colegiado optó por resignar el fallo de manera errónea. A pesar de la clara superioridad de la Banda, el entretiempo se instaló con la ausencia de emociones.
En el complemento, en cambio, el DIM salió con una actitud más agresiva y un intento del ex Racing amenazó con la llegada del gol. El tiro lejano de Viola fue el aviso de lo que pasaría unos minutos más tarde, dado que la figura de Independiente Medellín inició una acción que derivó en la red. La asistencia de Valencia y la definición de Jhon Hernández silenciaron al Antonio Vespucio Liberti, y las constantes desinteligencias de los defensores de River preocuparon al Muñeco.
Un tiro de esquina aislado confirmó la sorpresa. Andrés Mosquera entró por el segundo palo y fusiló a Velazco: 2 a 0. La desilusión en el entrenador motivó a que se produzcan las variantes. Los ingresos del Pity Martínez, Sebastián Driussi y Ariel Rojas intentaron revertir el inesperado resultado adverso, pero el bloque cafetero atentó contra los deseos del dueño de casa.
En el cierre tuvo que aparecer el reemplazante de Alario para marcar el descuento. El goleador del torneo doméstico se hizo el espacio para exigir a González, quien logró desviar el disparo con un manotazo que rebotó contra el travesaño. A pesar de su floja producción, Arturo Mina empleó su oportunismo para marcar sin ningún tipo de resistencia. El 2 a 1 fue un consuelo en la celebración de los 116 años de vida del club argentino.
La derrota porteña no arrojó ninguna consecuencia: River jugará los octavos de final del certamen continental y el conjunto colombiano buscará hacer historia en la Copa Sudamericana, ya que su tercera posición en el grupo no fue suficiente para seguir en la competencia más codiciada de América. Emelec será el equipo que acompañe al Millonario rumbo a la siguiente instancia de la Copa Libertadores.