A los 53 años, Marcelo Polino sorprendió con una revelación sobre sus comienzos en Buenos Aires, a donde llegó a los 18 años oriundo de Tres Arroyos. «Yo soñaba con venir a Buenos Aires a trabajar a la televisión. Pensaba que iba a ser feliz cuando trabajara en la tele. Pero no hay nada más lejano que ser feliz trabajando en la televisión. Pasa que cuando uno vive en un pueblo, ve a la gente bien vestida, a Mirtha Legrand con vestido, o que Gerardo Sofovich regalaba plata. Yo quería estar ahí, era el lugar de la felicidad», comenzó el periodista.
Cuando terminó el secundario, Polino decidió viajar a Buenos Aires para cumplir su sueño y vivió un año en la casa de su padrino durante un año pero después se tuvo que ir. «Empecé a rondar un poco por la ciudad, como toda la gente del interior que no tiene un mango. Iba viviendo donde podía, pasé noches frías, tuve que dormir en una plaza. Y lo digo con alegría porque yo sabía que lo iba a superar, porque yo venía a ser famoso», contó en Debo decir.
También contó que se fue a vivir a Europa atrás de un amor, al vivir un romance con Carmela Fischer, la hija de Pipo Pescador, y cómo comenzó su carrera en los medios: «Me fui a vivir a España porque estaba en pareja con la hija de Pipo Pescador. Cuando me vine a Argentina, no tenía trabajo y una amiga me ofreció que limpiara las oficinas de la revista Tal cual. Después de limpiar, me quedaba leyendo las revistas, hasta que un día un redactor me dijo de salir a hacer una nota un domingo. Obvio que fui. Eran dos gemelas separadas al nacer, que encontró Sofovich… Ahí empecé y nunca paré. De ahí pasé a radio Mitre, después a la tele con Lucho Avilés y nunca paré. Van a hacer 25 años que estoy todos los días en la tele».
Además, reveló cómo fueron sus días en Europa: «Viví en España y en París. Yo trabajaba de mago. Era más parecido al Mago sin dientes que a David Copperfield».
Fuente: ratingcero