«Debido al tiempo que lleva a los docentes el cuidado, el que no lo usen en clase y la adicción que causa el Spinner, les pedimos que no lo traigan a la escuela», se puede leer en la carta enviada a los padres.
El juguete se viralizó a través de internet y es un éxito en todo el país, donde se vende a precios que varían entre los $170 a $400.
Desde la Cámara Argentina de la Industria del Juguete aseguraron revelaron además que el 95% de los spinners en el mercado son ingresados desde el exterior de contrabando y que por ese motivo no respetan las medidas de seguridad y pueden ser peligrosos para los niños.
Fuente: MinutoUno