“Tengo menos pasión por el tenis y estoy muy cansado”, dijo un quejoso Rafael Nadal tras su derrota ante Jo-Wilfried Tsonga, que lo dejó fuera de carrera en Londres. El mallorquín cayó por 7-6(2), 4-6 y 6-3, y prosiguió con su enojo: “El tercer set ha sido un desastre, un despropósito continuo”.
Para muchos llega desanimado, con falta de confianza. Sin embargo, el equipo argentino toma esas palabras con pinzas y hacen oídos sordos a esas cuestiones. “No creo que llegue cansado. Tiene un nivel muy alto sobre polvo de ladrillo”, dijo Juan Martín Del Potro antes de embarcar hacia Sevilla, sede donde se disputará la gran final de la Copa Davis.
“Sabemos lo que rinde en la Davis. Juega donde a él le gusta”, mencionó “Pico” Mónaco. Por su parte, Juan Ignacio Chela, opinó: “Está fuera del Masters y va a llegar antes. En polvo gana casi todo lo que juega”, mientras que Eduardo Schwank dio su veredicto: “Siempre tiene resto y está bien predispuesto. Va a tener más tiempo de preparación”.
Nadie quiere mirar para otro lado y desviar el camino de la preparación y la concentración. El equipo de Modesto Vázquez sabe que, además de evaluar el juego rivakl, lo más importante es enfocarse en el trabajo propio. Por eso, más allá del “desgano” de Nadal, saben que puede ser un arma de doble filo. La experiencia de lo que sucedió en la final de 2008 siempre es un buen ejercicio de repaso.
Fuente: Infobae