La turbulencia política puede perjudicar a las importaciones desde Argentina

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Las turbulencias políticas aumentan la incertidumbre en la economía de Brasil: el sector financiero cree que el presidente Michel Temer no podrá llevar a la práctica todas sus promesas, mientras que la industria busca no quedar contaminada por el actual escenario jurídico-político, dijeron el martes analistas locales consultados por Télam.
Argentina, en tanto, en los últimos meses volvió a transformarse en uno de los principales compradores de manufactura brasileña, en un contexto en el que su economía no logra terminar de disipar «un panorama negativo», advirtió José Augusto de Castro, presidente de la Asociación de Comercio Exterior (AEB).

El tsunami político que incluye al presidente Temer denunciado por corrupción y negociando su supervivencia, que depende de una votación de la Cámara de Diputados, ha dejado a Brasil con más interrogantes, luego de dos años de recesión (caída del 3,8% en 2015 y de 3,6% en 2016).

Las previsiones del mercado financiero en el Boletín Focus del Banco Central del lunes redujeron al 0,39% la posibilidad de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de 2017, lo cual puso un alerta sobre el cese de la expectativa de recuperación brasileña, agravada por el desempleo récord, el alto nivel de morosidad en materia de crédito y el enfriamiento de la demanda interna.

«Vamos a estar sangrando un año y medio hasta las elecciones, ya sabiendo que ni la reforma previsional ni la tributaria podrán pasar por el Congreso. La tendencia es que las importaciones no tengan crecimiento, por lo tanto los argentinos venderán menos para Brasil. La morosidad es mayor, no hay crédito y el mercado interno no consume», dijo De Castro a Télam.

Las cuentas externas de Brasil tendrán un superávit de 63.000 millones de dólares en 2017, según la AEB, contra los 47.000 millones del año pasado.

«Las importaciones no crecerán como esperábamos porque el mercado interno no reacciona. El crecimiento del superávit comercial se debe a petróleo, hierro y soja. Apenas los argentinos sustentan a las manufacturas brasileñas. Las exportaciones industriales crecieron 52,5% respecto del año pasado», dijo De Castro, que apuntó al sector automotriz como la principal adquisición argentina.

Joelson Sampaio, profesor de Economía de la Escuela de Negocios de la Fundación Getulio Vargas (FGV), cree que el «el problema político termina desacelerando la recuperación» esbozada en el primer trimestre, que fue de 1%.

«El país no pudo resolver sus problemas de déficit fiscal. El gobierno está desgastado y jugará su poco capital político en aumentar impuestos, algo que había prometido que no iba a hacer. El gobierno ahora está buscando salvarse, con lo cual veo difícil que se lleve adelante un gran proyecto que puso en agenda como la reforma previsional», comentó Sampaio a Télam.

Desde el mercado financiero, el ajuste prometido no ocurrió, teniendo en cuenta que, según datos oficiales, el déficit fiscal fue de 157.700 millones de reales (unos 48.000 millones de dólares), equivalente al 2,47 % del Producto Bruto Interno) por encima de la meta fiscal para 2017, que es de un déficit de 140.000 millones de reales.

«Hubo una ola de optimismo al inicio del año que después no se concretó. El mercado y el gobierno creían que cortando gastos la situación fiscal iba a mejorar pero no fue lo que ocurrió. La recesión derribó la recaudación y no logró cortar los gastos. El ajuste fue hecho de la peor manera posible, con reducción de inversión», dijo a Télam José Francisco Lima Gonçalves, economista jefe del banco de inversiones Fator, de San Pablo.

El representante del banco de inversión destacó la baja de la tasa de interés y la reducción de la meta de inflación, pero a la vez dijo que con la crisis política los agentes del mercado saben que habrá certidumbre apenas después de la elección de un nuevo presidente, pese a que el mismo dijo que el sector financiero sigue apostando a Meirelles y a Goldfjan.

«El equipo económico es visto como competente, el mercado lo acepta y comienza a entender que las reformas no ocurrirán este año ni el próximo dependiendo del resultado de la elección. Meirelles y Goldfjan son los garantes del modelo y la tolerancia hacia ellos está aumentando», argumentó el economista del banco Fator.

Apenas la reforma laboral con concesiones hechas por Temer es la que se vislumbra como posible en este escenario. Los economistas consultados por Télam coincidieron en no ver una salida para las otras reformas, la jubilatoria y la tributaria, debido a la erosión que tuvo la base de gobierno y a que son medidas antipopulares, como marcan las encuestas.

La industria tuvo su mejor mayo en siete años, con un alza del 4% frente al mismo mes del año pasado. Sin embargo, este indicador es tomado con cautela por el gerente ejecutivo de Política Económica de la Confederación Nacional de la Industria (CNI), Flavio Castelo Branco.

«Fueron números positivos tras una caída registrada en abril. Vemos una leve mejoría en este semestre pero la mayor parte de las actividades industriales presentan caída. La demora de la recuperación industrial muestra lo profundo de la crisis por la alta morosidad de las familias, lo cual hace retroceder al consumo interno. Ayuda la caída de la inflación y de la tasa de interés de referencia», dijo el economista de la CNI.

Si el escenario político sufre otra crisis de incertidumbre, advirtió Castelo Branco a Télam, «la contaminación en la economía será inevitable».

Fuente: Telam

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