Una de las únicas cuatro farmacias anotadas en la capital uruguaya para vender marihuana regulada por el Estado anunció este martes 8 que abandona la comercialización luego de que su banco le transmitiera que debía cerrar su cuenta corriente. No es el único caso que está con este problema, ya que otros bancos -incluso el estatal Banco de la República- encuentran que los contratos con casas matrices o corresponsales del exterior les impiden tener como clientes a quienes comercialicen este tipo de productos.
¿No había sido previsto? El caso sorprendió a comerciantes, funcionarios del Estado y organizaciones pro cannabis legal, pero empresarios del sector sostienen que, cuando se les insistía para que se anotaran en la red de ventas de marihuana, ya habían explicado que se exponían a esos riesgos por asociación con tarjetas de crédito y de bancos, que no permite tener este tipo de negocios.
El asesor jurídico de una de las gremiales de farmacéutico, Pablo Durán, dijo que se han hecho contactos con el gobierno para ver si se puede solucionar el problema. También conversaron con las autoridades de la Asociación de Bancos Privados.
El presidente del Banco Central del Uruguay (BCU) prometió analizar las relaciones jurídicas, pero respetando la libertad de cada banco de contar con los clientes que entienda que se ajusten a sus políticas.
El Banco Santander fue el primero en transmitir a una farmacia que tiene cuenta corriente en esa institución, y que es una de las cuatro montevideanas que vendía cannabis, que no podía mantenerlo en su cartera de clientes. Otros bancos privados están en igual posición, pero no tienen cuentas abiertas en farmacias inscriptas en este proyecto.
Mientras tanto, las pocas farmacias que aceptaron inscribirse en la venta de marihuana siguen agotando la venta y reponiendo, y la cantidad de consumidores anotados en el registro de habilitados para compra en mostrador se ha duplicado desde que comenzó el sistema: los «adquirentes» son 11.508 actualmente.
Además, hay 6963 anotados como «autocultivadores» (habilitados para cultivar cannabis en su casa para consumo personal) y funcionan 63 «Clubes Membresía» que producen para abastecer a sus socios.
La Nación