La comunidad de la parroquia de Nuestra Señora de Lourdes celebró orgullosa la inauguración de la Capilla de Adoración, ceremonia que estuvo presidida por el obispo diocesano Vicente Bokalic.
En el marco del 45° aniversario del nacimiento de la parroquia, el obispo Vicente Bokalic junto al padre Antonio Becerra realizaron la bendición de la Capilla de Adoración, una obra realizada con el esfuerzo compartido de la comunidad.
En ese contexto, el prelado felicitó al padre Antonio por su labor y a los «leones y leonas que lo acompañan» para concretar la obra.
Mensaje
En su homilía monseñor Bokalic indicó, «esta noche -por el martes- es una jornada muy especial porque la Virgen María que estaba llena de la presencia de Dios abrió su regazo para que Dios haga su milagro. María ascendió en cuerpo y alma como un privilegio, fue preservada del pecado porque desde su vientre nació Jesús».
En su extenso mensaje el prelado hizo hincapié en la necesidad de seguir como ejemplo a María, «a pesar de no ver María creyó y esta es la fe. Debemos mirar a María como ejemplo de mujer creyente. Vivía siempre escuchando la palabra en la sinagoga con su familia».
Sobre este punto amplió diciendo, «necesitamos de la escucha frecuente de la palabra de Dios para que vaya haciéndose carne. Debemos alimentarnos de esa palabra y dar una respuesta: aquí estoy».
Bokalic prosiguió destacando la figura de la madre de Dios y sostuvo, «María fue simple y sencilla. Su reinado es de entrega. El reinado de María es el reinado del servicio que se pone al lado del que necesita. Que no nos vaya a subir los humos a la cabeza a los que están arriba. El camino de María es de la pobreza, de la sencillez.
Al referirse a la inauguración de la Capilla de Adoración el obispo no dudó en afirmar, «será un lugar de encuentro con Jesús. No vayamos a otros lugares. El Papa Francisco decía a dónde vamos, leemos horóscopos, algunos brujitos creen que nos solucionarán la vida. No podemos andar en esa. Busquemos la luz en el silencio de la adoración y no en otras cosas».
Finalmente el obispo expresó, «debemos ir a los lugares donde juegan con nuestros jóvenes no nos encerremos en las capillas. Jesús nos espera en el drogadicto, en las familias conflictivas, en los enfermos, en los pobres».