Condenaron a un empresario por «moobing» en Villa María

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La Cámara Única del Trabajo de Villa María hizo lugar parcialmente a la demanda laboral formulada por la ex empleada de una distribuidora que se había considerado despedida en marzo de 2014 por culpa y responsabilidad de la patronal.

Al mismo tiempo, el Tribunal giró copia completa de las actuaciones al Ministerio de Trabajo de la Provincia en el carácter de denuncia de violencia laboral en contra del representante legal de la firma. Esto último, por haberse constatado “el maltrato que de manera sostenida y reiterada” el denunciado tenía respecto de la mujer y de todo el personal dependiente de la empresa”.

En la resolución, el camarista Marcelo Salomón señaló que “se pudo verificar que este socio gerente tenía una actitud frecuente de maltrato. Se investigó esta actitud permanente de violencia laboral contra los empleados” y se esgrimió que la pericia psicológica efectuada “corroboró plenamente el menoscabo y la minusvalía que generó la actitud y trato de A. respecto de la Sra. C.”.

En ese sentido, la especialista concluyó que, en virtud del “maltrato laboral recibido”, la trabajadora experimentó “un agudo cuadro depresivo, con agotamiento físico y mental, directamente vinculado al ‘mobbing’ patronal”.

En ese sentido, el vocal afirmó: “No sólo se ha demostrado la desaprensiva y maliciosa actitud del representante legal de la firma demandada respecto de la accionante sino que, además, los testimonios han recreado un ‘modo operandi’ habitual y reiterado hacia todos los dependientes.

“Muchas veces el trabajador tolera estas situaciones porque sólo tiene ese trabajo para llenar la heladera de su casa. Pero en una de las audiencias una de las trabajadoras a las que le propusieron una conciliación dijo ‘sólo quiero que se sepa lo que ocurre ahí”’, dijo Salomón a Cadena 3.

Y manifestó que el sindicato no se hizo cargo ni contuvo a los trabajadores: “Esta problemática es de larga data, y se ha producido con varios empleados en varias sucursales”.

En la causa, algunos testigos manifestaron que el denunciado se refería a la demandante y a otras empleadas de esta forma: “inútil”, “no sirve para nada”, “vieja mal vestida” o “Pachamama”, “estúpida”, “las voy a echar”.

Como consecuencia y teniendo en miras que el Ministerio de Trabajo ha implementado recientemente un Protocolo de Actuación frente a la Violencia Laboral que se constate en las relaciones privadas de trabajo, la Cámara concluyó que la prueba y los elementos recabados en dos expedientes (contra el mismo empleador) “constituyen en sí mismo una demostración palpable y lamentable de lo que es un cotidiano desempeño del ‘mal empleador’”.

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