Qué dijo la CGT sobre la imputación a Hugo y Pablo Moyano

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Uno de los integrantes del triunvirato de la CGT, Juan Carlos Schmid, afirmó que hay una intención «no sólo del gobierno, sino de los factores de poder, de acorralar a los sindicalistas, de ponerlos de rodillas», al ser consultado sobre los casos de corrupción de varios dirigentes que se están ventilando en los Tribunales.

Respecto a la situación complicada de dirigentes sindicales, aclaró que no defiende ni al «Pata» Medina, ni a Marcelo Balcedo ni al «Caballo» Suárez -detenidos y procesados- pero existe una «intencionalidad de deslegitimar» al sindicalismo, aseguró.

La idea, -sostuvo- es hacer aparecer que «de un lado hay honestos, probos y del otro sindicalistas corruptos, y no es así». Explicó entonces que el hecho de que, en el caso Balcedo, se le hayan descubierto millones de dólares, demuestra que a la entidad sindical, el Soeme, «se ha utilizado a la organización sindical» para otros fines, pero hay que tener en cuenta que «se trata de un porcentaje mínimo, hay tres mil sindicatos, miles de delegados y no llegamos a una docena» de denunciados por corrupción. «No podemos caracterizar a toda la estructura sindical» de ese modo, afirmó.

La imagen que se brinda «tiene la intencionalidad de deslegitimar la demanda que hacen los sindicatos» y a los detenidos, «no tengo por qué defenderlos, me transmiten vergüenza ajena», aseguró.

Consultado sobre la situación de Hugo Moyano, por acusaciones que involucran al Club Independiente, Schmid respondió que «habrá que esperar qué hace la Justicia, no conozco el entramado interno del club» y advirtió que en la gestión del gobierno anterior se lo acusó de tener cuentas en Suiza y después no se pudo probar, una sospecha que «no fue verdad», afirmó.

En cuanto a las paritarias, dijo que su gremio, de dragado y balizamiento, no aceptará firmar por un 15% porque «vamos a estar en un mínimo de 20 por ciento de inflación», indicó. A propósito, agregó que «el Gobierno no ha acertado en controlar la inflación», y explicó que en cada paritaria lo central que se pretende es que «no se pierda el poder de compra de salarios. Este año el gobierno intenta marcar una referencia que la mayoría no estamos de acuerdo. No nos inspiran confianza».

Advirtió que además existe «el agravante que hay que registrar, que son los despidos que hubo en un montón de lugares y esto alumbra un año conflictivo». Y al hacer un panorama de la situación económica, alertó: «Si no hay respuestas y el horizonte sigue siendo este, obviamente se está alentando a un conflicto».

Infobae

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