Nancy Moronez, una ex niñera de 60 años de Milwaukee (estado de Wisconsin, EE.UU.), probablemente pase el resto de su vida tras las rejas por el asesinato de tres bebés. El viernes pasado fue detenida y acusada por infanticidio.
Todo comenzó en marzo de 1980, cuando Moronez era la niñera de una familia en Franklin, una ciudad ubicada en el condado de Milwaukee. Un bebé de dos semanas fue declarado muerto súbitamente, luego de que los bomberos recibieron una llamada desde la casa.
La escena se repitió exactamente igual con otras dos familias en marzo de 1984 y febrero de 1985. Aunque la única conexión entre los tres crímenes era la niñera, las autoridades no sospecharon de ella. Los tres bebés fueron declarados víctimas del Síndrome de Muerte Súbita Infantil.
La historia dio un giro inesperado en el año 2015, cuando la hija de Moronez denunció a su madre ante la policía local por la muerte de tres niños. Según su relato, recogido por The Washington Post, la ex niñera se quebró y le confesó los crímenes.
Desde entonces, la Policía reabrió las causas y comenzó a investigar. El desenlace fue la semana pasada, cuando Nancy Moronez confesó abiertamente sus crímenes durante un interrogatorio y aportó detalles.
De acuerdo con la declaración judicial, la acusada dijo que mató a los bebés porque «no paraban de llorar» y «la ponían nerviosa». A los tres niños que cuidaba los sofocó con una colcha hasta matarlos y luego los cambió, acostó en la cama y llamó al servicio de emergencias 911.
Si bien la acusada se declaró culpable de cuatro muertes, por el momento las autoridades pudieron confirmar su autoría en tres. Pero no se descarta que el otro caso también sea positivo.
En declaraciones a la prensa local, la hija de ex niñera afirmó que denunció a su mamá porque «no podía convivir con una asesina» y que «debía pagar» por los horribles crímenes cometidos contra niños inocentes.
Clarín