Como en esas telenovelas o películas románticas en donde todo puede cambiar de un momento a otro, la relación entre Fede Bal y Laurita Fernández resulta impredecible incluso para ellos mismos.
Es que cuando parecía que todo iba sobre ruedas, los rumores de una nueva infidelidad por parte de él puso en jaque nuevamente a la pareja, que volvió a reconciliarse en los últimos días.
Sin embargo, ahora fue el propio hijo de Carmen Barbieri el que reconoció que estaban atravesando por un impasse. «Estamos en un impasse. Nos extrañamos, la amo, pero si no la hago feliz prefiero dar un paso al costado», confesó el actor en diálogo con Por si las Moscas, el ciclo que conducen Moskita Muerta y Nilda Sarli por La Once Diez/Radio de la Ciudad.
«Nos vemos todos los lunes porque nos extrañamos, pero yo le dejo en claro que la amo muchísimo y que si no la hago feliz que me deje, que sea libre. Yo sólo quiero que ella esté bien y si no es conmigo que así sea», se sinceró el ex campeón del Bailando, quien dijo que aún no decidieron si van a concretar el viaje que tenían pautado.
«Nos íbamos a ir de viaje, ya está pago y todavía no sabemos si nos vamos, nos quedan dos lunes más para encontrarnos y decidirlo, pero lo que más hay entre nosotros es amor», expresó Bal, quien se mostró dolido y desilusionado con sus compañeros de elenco en Magnífica, a los que de alguna forma responsabilizó por su ruptura con la conductora y bailarina.
«Me llevo una gran desilusión con la gente con la que trabajo este año. Les abrí las puertas de mi casa, tomaron mi bebida, comieron mi comida, me gustó fomentar la unión y me pagaron de la peor manera. Ésta es la gente de la obra, que se cree que crece más sentándose en un móvil de Intrusos que trabajando en el teatro», disparó.
«Son chicas que de golpe no vienen a trabajar porque creen que garpa más sentarse en un móvil, esta es la gente que arruina el género, les importa más un minuto de pantalla que hacer teatro, porque saben que hablar de mí y de Laura en un móvil es pantalla asegurada porque quieren estar en el Bailando», agregó al respecto.
«Lo peor de todo es que después me ven a la noche y me saludan como si nada, ni siquiera les da vergüenza. Me siento muy mal con esta gente, ni siquiera salgo de mi camarín», fustigó, para luego cerrar haciendo su propio mea culpa.
«Asumo que nosotros somos una pareja que se expuso y abrimos la puerta para que mucha gente opine, pero hicimos lo que pudimos y creo que no merecemos esto», concluyó.
