Un hombre mató a su esposa tras introducirle un proyectil de mortero de guerradurante una peligrosa práctica sexual en la ciudad de Arequipa, Perú. El único sospechoso está libre, pese a que la familia de la víctima pide justicia por el sádico desenlace fatal.
“No recuerdo cuántos objetos sexuales teníamos. Tampoco recuerdo las características del objeto sexual que le introduje”, declaró a la Policía Rubén Valera Cornejo, un médico anestesista que fue acusado de femicidio, según lo informado por el canal Panamericana.
De acuerdo a su testimonio, el hombre y su esposa, Yubitza Llerena de Mendiburu, volvían de una fiesta en noviembre pasado, según él, en estado de ebriedad. En su casa, tuvieron relaciones sexuales y se quedaron dormidos.
“Recuerdo que me desperté de madrugada. Le toqué un hombro y la sentí fría. Me asusté, pensé que le había pasado algo”, dijo Valera Cornejo. Pero su versión no convenció la Policía. El jefe de la División Nacional de Crímenes, Javier Arana, explicó que el cuerpo presentaba sangre por todo el cuerpo y que no correspondía a un sangrado menstrual.
Al revisar la habitación del terror, los efectivos de la Policía encontraron diversos objetos sexuales, entre ellos, un mortero de cañón de 40 centímetros de largo y unos seis de diámetro. «Se han encontrado ampollas, anestésicos. Se podría presumir que los ha utilizado para reducir el dolor», comentó el jefe policial.
Pese a la investigación, Rubén Valera Cornejo negó haber utilizado el mortero. Sin embargo, los familiares de la víctima pidieron la máxima pena para el presunto asesino, sobre quien se ha solicitado la prohibición de salida del país.
Tras un cambio del fiscal a cargo, actualmente el hombre enfrenta los cargos de femicidio y por tenencia ilegal de armas.
Los Andes