La primera ministra británica Theresa May dijo que es “altamente probable ” que Rusia esté vinculada al envenenamiento del ex espía ruso Sergei Skripal y su hija Yulia en Salisbury, el lunes a la tarde ante la Cámara de los Comunes. Identificó el gas nervioso de origen militar utilizado para envenenarlos como Novichok. El embajador ruso en Londres fue convocado a la cancillería británica por Boris Johnson a las 3 de la tarde y Moscú tiene hasta el miércoles para responder a la acusación.
“Si la respuesta no es creíble, Gran Bretaña va a considerar acciones equivalentes al uso de la fuerza por el Estado ruso en territorio británico”, dijo la primera ministra ante los diputados, en su primer y durísimo pronunciamiento sobre el caso y bajo fuertes presiones para que lo hiciera. Ella volverá a la Cámara de los Comunes con la respuesta para adoptar sanciones y medidas, que contemplan el llamado a la OTAN, a las Naciones Unidas y a los socios europeos, el boicot al Mundial por dignatarios británicos y el desplazamiento de tropas en los países europeos limítrofes con Rusia.
El gran interrogante es cómo reaccionará el presidente Donald Trump ante la crisis, en nombre de sus históricas “relaciones especiales” anglo norteamericanas y con Europa, al borde del Brexit, y su vínculo con Rusia.
“Este intento de asesinato usando un agente nervioso en una ciudad británica no es sólo un crimen contra los Skripal. Es un indiscriminado ataque contra Reino Unido, poniendo vidas de inocentes en riesgo. Nosotros no vamos a tolerar este descarado ataque contra civiles inocentes en nuestro suelo”, anunció la primera ministra.
May exigió a Rusia que explique cómo un arma química de” grado militar” puede ser usada en Wilshire. Para ella hay dos posibilidades: “O es una acción directa del gobierno” ruso o “el gobierno permitió que cayera en otras manos, perdiendo control”. Cuando tengan esa respuesta el miércoles, que es el ultimátum dado a Rusia, la primera ministra regresará a los Comunes para actuar en consecuencia. No se descarta que Gran Bretaña refuerce su actual desplazamiento de fuerzas militares en los países europeos al borde de Rusia ni que entren en acción sus bien entrenadas fuerzas especiales.
La premier informó que el canciller británico Boris Johnson intimó al embajador ruso a que su país “explique y exponga todo el programa Novichock”. El agente nervioso fue detectado por los toxicólogos de Porton Dawn, un laboratorio británico en Wilshire, muy activo en la guerra fría. Es un polvo fino de vapor o gas, que se puede inhalar, ingerir o absorber bajo la piel.
“Esto sucede contra el respalda de un bien establecido camino de la agresión rusa. La anexión ilegal rusa de Crimea es la primera vez desde la primera guerra mundial que una nación soberana forzadamente toca control de otra”, denunció May.
May y Gran Bretaña tienen un problema para responder militarmente a Rusia: sus recortes presupuestarios en el sector militar, en su esfuerzo de combatir el déficit. Sus fuerzas armadas carecen de presupuesto y hombres, su flota naval está con serios problemas logísticos y no cuenta con unas fuerzas armadas listas para responder a una escalada del conflicto. Deben contar con el apoyo de sus aliados, desde Estados Unidos a los Europeos y la OTAN. Rusia lo sabe.
El líder laborista Jeremy Corbyn llamó a tener “un robusto diálogo con Rusia sobre los temas que dividen nuestros países doméstica e internacionalmente”. Pero recordó que ha habido 800.000 libras esterlinas de donaciones de oligarcas rusos al partido conservador. Llamó a “una decisiva pero proporcionada respuesta” a la crisis.
No se sabe aún cuáles son las sanciones y acciones que propone el gobierno británico ante este intento de asesinato de un ex espía ruso, que trabajaba para el MI6, el servicio secreto británico. Pero pueden incluir desde la expulsión del embajador, diplomáticos y espías hasta sanciones económicas, la revocación de visas, el secuestro de bienes y cuentas bancarias de oligarcas vinculados a Vladimir Putin y sus servicios de seguridad y boicotear el Mundial de fútbol, con todos sus dignatarios británicos o hasta su equipo. Pero May quiere combinar estas acciones con la canciller alemana Ángela Merkel, el presidente Emmanuel Macron y con la OTAN.
Hasta ahora Rusia calificó la declaración de Theresa May en la Cámara de los Comunes como un “show de circo”. La crisis puede favorecer a Putin en las próximas elecciones en Rusia, el domingo.
María Laura Avignolo/Clarín