Londres acusa a Moscú por el espía envenenado y expulsa a 23 diplomáticos rusos

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Pesquisas. Miembros de una unidad especial inspeccionan en Salisbury en busca de trazas del veneno que afectó al ex espía ruso Skripal (DPA).

En la peor crisis entre Gran Bretaña y Rusia después de la Guerra Fría, el gobierno británico decidió expulsar este miércoles “23 diplomáticos rusos” y desmantelar su “red de espionaje” en el reino, como respuesta al intento de asesinato con el gas nervioso de origen ruso Novichok del doble agente Sergei Skripal y su hija Yulia en Salisbury. La primera ministra británica Theresa May calificó el acto como “uso ilegal de la fuerza por el estado ruso contra Reino Unido” y dijo que las expulsiones degradarán la capacidad de inteligencia rusa en Gran Bretaña.

En la lista no está incluido el embajador ruso en Londres, Alexander Yakovenko, que calificó la decisión británica como “una provocación inaceptable” que traerá represalias. Hasta ahora no se han aplicado.

Una operación de pinzas de Gran Bretaña sobre Rusia, que incluyó la convocatoria a un sesión de emergencia del Consejo de Seguridad, está en marcha. En una furiosa sesión, el representante británico Jonathan Allen dijo que “esto no es un crimen común” y pidió apoyo a sus aliados. “Centenares de ciudadanos británicos han quedado expuestos en este acto temerario”, aseguró Allen. Denunció a Rusia por “no haber declarado” en sus arsenales químicos la existencia del gas nervioso Novichok, usado en el ataque, en violación a la convención de armas químicas. Enumeró el asesinato en Londres del espía ruso Alexander Litvinenko en 2006, la anexión de Crimea y el ataque y destrucción del avión malayo en el vuelo MH17 en 2014 «como una conducta” del régimen de Vladimir Putin. Francia, Estados Unidos y Holanda apoyaron a Gran Bretaña y condenaron el “intento de asesinato” y el uso de armas químicas, que rompen el equilibrio estratégico. El Consejo de la OTAN se reunirá este jueves para discutir esta acción y sus consecuencias.

La primera ministra británica anunció las expulsiones de los diplomáticos rusos al mediodía en la Cámara de los Comunes. Consiguió un apoyo unánime. Con la excepción del líder laborista Jeremy Corbyn, que desaprobó las medidas. Preguntó por qué Gran Bretaña no había enviado una muestra del gas nervioso a Rusia -como Moscú lo exigía- y por qué no se entabló un “robusto diálogo” con ellos. Fue abucheado hasta por sus pares, en una sesión con tono patriótico y un consenso transpartidario. Los diputados laboristas condenaron el intento de asesinato de un ciudadano británico en un documento sin la firma de Corbyn.

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Réplica. El ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, rechazó las acusaciones del Reino Unido (EFE).

La primera ministra responsabilizó a Rusia y “al presidente Vladimir Putin” de esta acción, tras no haber dado “una creíble explicación” de los hechos que conmueven al reino. Los expulsados “son todos los que han sido identificados como no declarados oficiales de inteligencia. Tienen una semana para salir”, dijo.

“Esta es la mayor expulsión en 30 años y reflejará el hecho de que no es la primera vez que el Estado ruso actúa contra nuestro país”, dijo la primera ministra.

Las medidas contemplan la anulación de visitas del canciller ruso, el boicot de los ministros y Royals británicos a la Copa Mundial de Fútbol en Rusia y congelamiento de cuentas del Estado ruso, si se lo considera una amenaza para la población. No se descarta en estas horas que el equipo de fútbol británico no concurra, aunque la FIFA propone dar seguridades a ellos y a los fans británicos que viajen a Rusia. La Cancillería británica alertó sobre los riesgos de ese viaje.

En una Cámara de los Comunes repleta, tras una noche en vela analizando las medidas, la primera ministra británica dijo que “Rusia mostró un completo desdén por la gravedad de estos eventos”. “Rusia no ofreció ninguna explicación por el uso del gas nervioso Novichok, hecho en Rusia, que se usó en el ataque”, aseguró. Acusó a Rusia de haber tratado el caso con “sarcasmo y desafío” y que la respuesta debía ser “completa y robusta”.

“No dio una explicación de cómo el agente vino para ser usado en Gran Bretaña. Ninguna explicación sobre por qué Rusia tiene un programa de armas químicas no declarado en contravención con la ley internacional”, denunció la primera ministra. A esas medidas se adoptarán nuevos poderes legislativos para fortalecer “nuestras defensas contra todas las formas y actividades de un estado hostil”.

May dijo que “Gran Bretaña no está sola”. Actuará junto a sus aliados en completo consenso. Va a coordinar las acciones en los días que vienen con la canciller Ángela Merkel, el presidente Emmanuel Macron y el presidente Donald Trump, con quienes habló por teléfono. A ellos se sumó Donald Tusk, presidente de la Unión Europea.

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Mensaje. La primera ministra británica, Theresa May, durante su discurso ante el Parlamento británico (DPA).

Habrá una inspección de vuelos privados, cargo y en la aduana británica para impedir el ingreso del servicio de espionaje ruso y frenar el ingreso de los oligarcas y sus fondos de la corrupción al reino. También confiscarán propiedades, congelarán cuentas y fondos del Estado ruso si existen evidencias que amenazan la vida de ciudadanos británicos. La policía investigará dieciocho muertes misteriosas de desertores rusos o sus asociados en Gran Bretaña.

Con docenas de fotógrafos y la televisión del mundo entero de guardia frente a la embajada en Kensington Gardens, el embajador ruso fue convocado al Foreign Office a la mañana. Luego dijo que “las acciones de Gran Bretaña son inaceptables” y “una provocación” las expulsiones de diplomáticos.

“Toda la responsabilidad de este deterioro de las relaciones ruso británicas están vinculadas al actual liderazgo político de Gran Bretaña”, denunció la embajada rusa en Londres en un comunicado.

El doble espía Serguei Skripal es ciudadano británico. Pero su hija Yulia es rusa y el gobierno ruso está exigiendo “acceso consular” a ella. Yulia se encuentra en coma, en la terapia intensiva en Salisbury.

El gobierno británico prefirió no expulsar al embajador ruso para mantener una línea de diálogo. “Pero las relaciones no serán las mismas”, dijo la premier. Por lo tanto, suspenderán los contactos bilaterales entre Rusia y Gran Bretaña, incluida la revocación de la invitación de recíprocas visitas al reino del canciller ruso. Otras medidas a adoptar no van a ser compartidas por la ciudadanía por razones de seguridad.

Fuente: Clarín

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