La cadena de supermercados Carrefour anunció el jueves un proceso preventivo de crisis con el que busca reconvertir el negocio de los hipermercados y despedir a unos 2.700 empleados, según los datos del Sindicato de Comercio. Ambas partes fueron convocadas para el lunes en el Ministerio de Trabajo para “encontrar soluciones para garantizar la sustentabilidad de sus operaciones”, según Jorge Triaca.
El gremio que dirige Armando Cavalieri sostuvo que hay puestos en riesgo “por desmanejos de la gestión anterior”. Carrefour, que está entre los cinco primeros empleadores del país con 20 mil trabajadores, cambió la cúpula a principios de año. Se fue Daniel Fernández junto con varios directivos, en medio de una pérdida de participación de mercado.
En 2017 la firma de origen francés perdió 0,4% de mercado, mientras que en 2016 había perdido un 0,7%. También Cencosud perdió participación en ese período: 0,3% cada año, según fuentes del sector.
El sector más golpeado es el de los hipermercados, la unidad de negocios más grande. Según trascendió, intentaron un acuerdo con el sindicato que incluía mil retiros voluntarios o jubilaciones anticipadas, pero no prosperó. Y empezó a ensayar la reconversión en Mendoza, con un híper que pasó a “maxi” mientras que los intentos de fidelización con Precios Corajudos y Mi Carrefour tuvieron aceptación tibia.
“Abrieron muchas bocas muy rápido”, dicen hoy en el sector. La empresa está presente en 22 provincias con 500 tiendas. “Los express crecieron como hongos, con gerenciamiento propio y con logística difícil en el medio de la ciudad”, ejemplificó una fuente. Otras firmas, como Día, bajan el riesgo con el esquema de franquicias.
“El 2016 fue malo para todos”, reconocen los supermercadistas. En 2017, el resultado fue heterogéneo. Las cadenas nacionales como Coto y La Anónima salieron mejor paradas, mientras que Carrefour y Cencosud bajaron.
El crecimiento del consumo se dio en los segmentos asociados a la base de la pirámide, donde la recuperación fue más fuerte. Los hipermercados tuvieron que competir con los mayoristas. Y perdieron.
Según Kantar WorldPanel, fue el canal más impactado en los últimos años, ya que pierde participación en un mercado que se contrae año a año. Tiene el 13,6% de participación en facturación de la canasta de consumo masivo, mientras que en 2015 tenía un 15,3%. “En los últimos tres años el híper perdió más de 106 mil hogares compradores. Pasó a estar presente en el 58% de los hogares cuando llegó a estar en el 61,7%”, detalla el análisis a cargo de Juan Manuel Primbas.
También los datos de la consultora Nielsen muestran la baja: en los últimos doce meses, con datos a enero, el consumo cayó 4% en general. En las grandes superficies, cayó 5,3%.
“Fueron dos años de caída, y este es posible que se estanque. Creo que el Gobierno subestimó la situación del sector por el consumo deprimido a partir del nuevo modelo y la competencia desigual con otros canales”, indicó un supermercadista. En las últimas jornadas, el sector arremetió contra el nivel de impuestos y el costo de la masa salarial en blanco.
La importación de ropa gana lugar en los súper
Los supermercados crecen como canal para la venta de ropa a la vez que las tiendas minoristas confirman su baja en las ventas, mientras que los shoppings crecieron un 4,2%, marcando “quizás” un cambio de tendencia.
Así lo marca el informe elaborado por la Cámara de Indumentaria, CIAI, que detalla que las ventas minoristas cayeron un 2,8% interanual y las ventas en supermercados subieron 1,6% en enero en relación con el mismo mes del año anterior.
“En paralelo al incremento de ventas en supermercados, se observó el fuerte crecimiento del componente importado de prendas: computando solamente febrero, las compras al exterior marcaron un aumento del 47,5% en dólares y 58,1% en volumen con respecto a febrero del año pasado”, indicaron.
En los shoppings, las ventas en los centros comerciales del Gran Buenos Aires se incrementaron 4,2% en enero –en términos reales y en relación a enero del 2017– mostrando cierta reversión de lo acontecido a lo largo del año pasado.
China. La Cámara destaca que a partir de marzo cambió la tendencia frente al tipo de cambio de China (origen del 75% de las importaciones) “en buena medida debido a la devaluación nominal del peso argentino y la apreciación relativa de la moneda china en relación al dólar”. Sin embargo, a pesar de estos movimientos en la cotización de las monedas, el precio de las prendas importadas cayó un 6,7% en el mes de febrero de 2018 en relación con febrero de 2017. “En el mercado interno, los aumentos de precios de la ropa se mantuvieron por debajo del nivel de inflación”, aseguran.