Tras el respaldo de la multitudinaria marcha que el domingo pasado reunió a cientos de miles de personas frente al Congreso, en una movilización que se replicó en varios puntos del país, la Iglesia aprovechó ayer la vidriera del tedeum, en la Catedral porteña, para enviar un mensaje contundente en rechazo a ladespenalización del aborto .
Lo hizo en la voz del arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Poli , frente al presidente Mauricio Macri y su Gabinete, al expresar que «el primer deber del Estado es cuidar la vida de sus habitantes, especialmente de los débiles, los pobres y los marginados». Entre esos débiles incluyó, principalmente, a los niños no nacidos.
«Si la propuesta es optar por una u otra vida, en esta bendita tierra austral apostamos decididamente a que vivan las dos, para Dios no hay excluidos», remarcó el cardenal, en momentos en que la Cámara de Diputados se apresta a iniciar la última semana de audiencias públicas antes del tratamiento legislativo de la iniciativa. Poli se sumó, así, a la consigna «Vale toda vida», que la Iglesia promueve en contraposición al aborto. Además, acompañará la jornada de ayuno y oración convocada por el Episcopado para el 7 de junio para «valorar y cuidar el don de la vida».
Fuente: La Nación