La mayoría de las fresas importadas que llegan a los mercados de Alemania han pasado por las manos de inmigrantes marroquíes que han sufrido presuntas agresiones sexuales, abusos y humillaciones de manera sistemática en los campos de recogida de fruta de Huelva, una provincia andaluza situada a 430 kilómetros al sudoeste de Madrid.
Una investigación periodística llevada a cabo en conjunto por BuzzFeed y la revista alemana Correctiv destapó la situación que sufren centenares de jornaleras marroquíes en campos España, Marruecos e Italia. Veintiocho de las mujeres entrevistadas confesaron haber sido acosadas sexualmente o violadas.
Y junto a ellas, sus compañeras conviven en un ambiente de trabajo precario recogiendo fresas y frambuesas durante jornadas eternas por menos de 30 euros al día. Esas frutas luego terminan en mercados alemanes, que suponen cerca del 80% de sus fresas importadas, según la Agencia Federal de Agricultura y Alimentación de Alemania.
«Tienen el número de teléfono de todas las mujeres, vivir aquí es un infierno», cuenta una de las presuntas víctimas a BuzzFeed. «Si te niegas a acostarte con ellos, te castigan con trabajo«. El idioma también supone un obstáculo a la hora de denunciar hechos, puesto que estas migrantes no dominan el español.
A raíz de la polémica que ha levantado la investigación, alrededor de 400 mujeres dijeron basta y se animaron a presentar una denuncia colectiva ante la GuardiaCivil española por medio del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT). Doñana 1998, así se llama la empresa que señala el SAT, reaccionó despidiendo de manera masiva a trabajadoras que tenían el visado en vigor para trabajar hasta el fin del mes de julio, tal y como recogió en una serie de reportajes el diario digital El Español.
«Nos montan en autobuses para que no denunciemos. Se deshacen de nosotras. Si nos sacan de las fincas antes, nadie sabrá que sucede dentro», denunció una de las víctimas a dicho medio español. «Nos dicen que hasta que no nos subamos, no nos pagan. Una vez arriba, ya no hay nada que hacer». La compañía frutícola conduce a estas mujeres hasta ciudades costeras al sur de España para luego transportarlas en ferry de vuelta a Tánger, en Marruecos.
Partidos políticos españoles anunciaron que llevarán la investigación al Congreso de los Diputados, y los principales sindicatos, Unión General de Trabajadores y Comisiones Obreras, anunciaron que denunciarán los hechos ante la Fiscalía.
Fuente: Infobae