El periodista Ari Paluch, denunciado por acoso sexual por una compañera de trabajo, escribió una carta abierta pidiendo disculpas «a aquellas personas que se sintieron acosadas laboralmente».
«Muchas veces, en el afán por resultar gracioso, piola, seductor o simpático, producto de inseguridades e ingenuidades, actué mal, a la hora de proferir dichos desafortunados, altivos y carentes de cortesía», explicó en la nota publicada en Infobae.
Y agrega: «Nunca abusé de nadie ni ofrecí ventajas laborales a cambio de favores de ninguna índole. Creo fervientemente en el consenso mutuo para cualquier relación, pero también pienso que debí haber obrado con mejores modos, porque la ansiedad, la intensidad y la carencia de empatía arrasan con frecuencia al debido respeto».
Reconoce, además, que «el hecho de que no hubiese actuado con malvadas intenciones no implica que no haya podido hacer sentir mal a quienes fueron objeto de mis palabras».
En su escrito, Paluch describe que «todo este tiempo fuera de los medios» le «ayudó bastante a aprender del error para no dejarme tentar por resentimiento alguno» y cita a la doctora en Ciencias Sociales Brené Brown en su libro «El poder de la vulnerabilidad».
Según el periodista al leerla aprendió que «estamos aquí para conectar con los demás y es eso lo que da sentido a nuestras vidas» y que «lo que nos avergüenza es el temor a quedar desconectados, a no ser lo suficientemente buenos, ricos, brillantes, lindos, etc».
Y agradece la ayuda para «tener el coraje e mostrar algunas de sus tantas imperfecciones».