Hubo cambio de escenario para romper con la racha y luego llegaron los festejos. El presidente Mauricio Macri dejó al mediodía la Casa Rosada y siguió desde la residencia de Olivos el partido de Argentina-Nigeria junto a su esposa Juliana Awada, su hija Antonia y su hijo Francisco, mientras que el resto del gabinete gritó los goles desde Balcarce 50.
«Gracias muchachos! Te quiero mucho Rojo querido!!» escribió Macri en su cuenta de Twitter en el minuto 42 en que el defensor Marcos Rojo marcaba el segundo gol contra Nigeria y Argentina que le aseguraba a la Selección la clasificación a octavos de final en el Mundial de Rusia.
En el Gobierno dijeron que Macri estaba eufórico y gritó los goles con Juliana y su hija Antonia. No había ministros en la intimidad de Olivos.
En la Casa Rosada, el jefe de gabinete Marcos Peña recibió en su despacho a varios de sus colaboradores y al secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo; el secretario de Comunicación, Jorge Grecco, y Fernando Sánchez.«Hubo muchos nervios y pasamos gran parte del partido sufriendo. Pero al final ganamos y hay alegría para rato», se entusiasmó ante Infobae un funcionario que siguió los goles desde la Casa Rosada.
En otro despacho, el ministro del Interior Rogelio Frigerio gritó los goles con su viceministro Sebastián de Luca y el equipo de prensa liderado por Sebastián Spedale, entre otros. En el primer piso de la Casa Rosada el secretario general de la Presidencia Fernando de Andreis y sus colaboradores también siguieron el infartante partido contra Nigeria. Al término del encuentro en San Petersburgo tuiteó: «Gracias por dejarlo todo en la cancha, lo jugaron con el corazón. Vamos Argentina!!!».
En tanto, el ministro de Cultura Pablo Avellutto publicó un tuit estimulante: «Volver a vivir y a creer. Argentina sigue en Rusia ¡Gracias Messi, gracias Rojo¡¡».
Mientras duró el partido, los pasillos de la Casa Rosada estuvieron vacíos. Había concentración de grupos en diferentes despachos y recién después del partido todo volvió a la normalidad con festejos y caras alegres.
Macri decidió temprano mirar el partido desde Olivos a diferencia de lo que fueron los encuentros anteriores. Dicen que el Presidente le dijo durante el partido de Croacia a un colaborador que estaba confiado en que la Argentina iba a pasar la primer ronda.
Desde temprano, Macri mantuvo una reunión de gabinete en la Casa Rosada. Luego recibió a la princesa Astrid de Bélgica e invitó a casi un centenar de empresarios de ese país a realizar inversiones en la Argentina, aprovechando las oportunidades que ofrece la agroindustria, la energía, la minería, el turismo y el desarrollo de la infraestructura.
«Esperamos que nos acompañen y que Bélgica sea parte de ese apoyo que nos está dando el mundo», subrayó el jefe de Estado ante los empresarios que llegaron al país junto a la princesa para identificar las áreas con mejores posibilidades para la inversión.
Más tarde, hacia las 14:30 partió en helicóptero a la quinta de Olivos. Allí lo esperaba Juliana Awada y su hija Antonia con banderas argentinas para vivir el partido.
Fuente: Infobae