Alessandra Minnicelli es abogada. Al inicio del gobierno kirchnerista trabajó en la Sindicatura General de la Nación. Luego pasó al sector privado. Creó una productora de contenidos para medios y se transformó a una experta en la temática de responsabilidad social empresaria (RSE).
Es la presidenta de la Fundación Observatorio de Responsabilidad Social (FORS) y en la página web es presentada como «Doctora en Derecho y procuradora. Abogada de la UBA.
Ex síndica general. Presidenta de FONRES SA. Directora de medios de RS, docente, académica, investigadora». La empresa FONRES también se dedica a la «responsabilidad social empresaria».
Siempre tuvo un perfil bajo. Pero desde que su marido –el diputado nacional por el Frente para la Victoria y ex ministro de Planificación Julio De Vido–fue detenido luego del desafuero de la Cámara de Diputados, comenzó a hacerse ver y escuchar. Apareció en programas de radio y televisión para defender a su esposo y asistió a varios actos públicos donde los organizadores destacaban su presencia. Se constituyó en la principal vocera de su esposo, quien está detenido desde octubre del año pasado en la cárcel de Marcos Paz.
El martes pasado, media hora antes del inicio del partido entre Argentina y Nigeria, Minnicelli presentó una denuncia en la Cámara Federal porteña. Acusó por lavado de dinero a Javier Iguacel, flamante ministro de Energía designado por Mauricio Macri para reemplazar a Juan José Aranguren. Lo hizo a partir de una nota publicada en el diario Página/12 el 19 de junio pasado, en la que se hizo referencia a que Iguacel aparecía vinculado a una firma off shore que había quedado al descubierto a partir de filtración conocida como «Paradise Papers».
El caso le tocó por sorteo en el juzgado a cargo de Rodolfo Canicoba Corral con la intervención del fiscal Franco Picardi. Para que una denuncia se transforme en una investigación hace falta la intervención del fiscal quien decide si la impulsa o la desestima.
La denuncia de Minnicelli-que todavía no fue analizada por Picardi- tiene una indudable connotación política, ya que la abogada pasó de defender a su marido en los medios a acusar -por primera vez-en los tribunales de un delito grave a un ministro de Macri, a quien culpa por la detención del ex ministro kirchnerista.
La nota del diario que Minnicelli tomó para hacer la denuncia señalaba que «el casting de la Casa Rosada para elegir ministros y secretarios es infalible: el flamante titular de Energía, Javier Iguacel, figura en los Paradise Papers. Las actividades offshore del funcionario están vinculadas a su paso por Pluspetrol, una petrolera de capitales argentinos donde se desempeñó hasta mayo de 2015. La docena de archivos identificados por Página/12 en el marco de la investigación impulsada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) y el diario alemán Süddeutsche Zeitung, vinculan a Iguacel con Pluspetrol Angola Corporation de Islas Caimán. El ex titular de Vialidad Nacional no es director ni accionista de la compañía montada en la guarida caribeña sino que estuvo encargado de sus operaciones a través tres poderes de abogado. Otorgados entre 2012 y 2014, los documentos lo autorizan a desarrollar un vasto conjunto de actividades legales, bancarias y financieras en nombre de la offshore. La presencia offshore del funcionario se extiende hasta seis meses antes de su alejamiento de la petrolera para iniciar su acelerada carrera en la política como precandidato a intendente por el PRO en la localidad bonaerense de Capitán Sarmiento».
Minnicelli reprodujo la totalidad de la nota del diario en la denuncia –presentada con el patrocinio del abogado Martín Villar y a la que accedió Infobae– y pidió que se investigue a Iguacel por el delito de lavado de dinero.
Ahora Minnicelli tiene que ir a Comodoro Py para ratificar la denuncia que luego debe ser analizada por el fiscal.