El suboficial de la Armada Rubén Darío Espínola brindó uno de los testimonios más esperados ante la Comisión Bicameral del Congreso que investiga la tragedia del submarino ARA San Juan.
El 15 de noviembre de 2017, día en que se cree que explotó la embarcación de guerra, el especialista en comunicaciones aseguró que estando de guardia en la estación de radio de la Base Naval Mar del Plata escuchó emisiones radiales que según su opinión provenían del ARA San Juan. El dato fue publicado por Infobae en enero.
«Trabajé seis años escuchando mensajes de submarinos, estoy entrenado. Escuché la emisión que en mi opinión era del submarino, aunque no pude establecer un enlace», señaló Espínola ante los legisladores. Además, detalló que alertó sobre estos tres intentos de contacto a Puerto Belgrano, que por esas horas no tenía información sobre lo que había sucedido con el submarino.
El marino informó que los intentos fallidos de comunicación se registraron a las 14:18, casi cuatro horas después del momento en que se sospecha que el submarino tuvo una explosión.
Ante las consultas, el especialista explicó que no dejó constancia de su supuesta escucha radial en el libro de guardia porque al no concretarse el contacto consideró que no era necesario. Sin embargo, al regresar a su puesto y ante las primeras noticias sobre la desaparición de la nave quiso dejar constancia. «Hubo varios intentos de comunicarse, lo hicieron al menos una vez por cada frecuencia», reiteró.
Ante la contundencia de la aseveración, el propio experto naval, vicealmirante Leonardo Bassi, quien asesora a la comisión, dijo que era prácticamente imposible que una comunicación cursada en tres frecuencias distintas provenga de otro lado.
Los propios almirantes asesores de la comisión reconocieron ante la certeza de las afirmaciones de Espínola que podría haberse dado el supuesto de que el ARA San Juan fue buscado en una zona incorrecta. La aseveración erizó la piel de los asistentes.
La senadora Magdalena Odarda remarcó que la comisión seguirá de cerca la situación del declarante ante eventuales sanciones en la Fuerza por la contundencia de sus palabras.
En el marco de la misma jornada de declaraciones testimoniales, se confirmaron otras sospechas sobre las operaciones del submarino. El director general de Inteligencia Naval, el contraalmirante Pedro Eugenio Galardi, confirmó que había un agente de Inteligencia a bordo, pero no pudo precisar sus tareas.
Tanto Odarda como Nilda Garré, entre otros integrantes de la Bicameral, le pidieron a Galardi que brinde precisiones sobre las tareas de inteligencia encomendadas al San Juan. En su respuesta, el marino sostuvo que, hasta donde le consta por la lectura de documentación obrante en la Armada, no existió de parte de la Dirección Nacional de Inteligencia Militar ninguna orden para realizar tareas de este tipo.
Otro de los interrogantes de la Comisión fue sobre las versiones que indican que el buque Ruso «Yantar» habría sido limitado en su operación por presiones del Reino Unido. Una vez más, el director de Inteligencia de la Armada no pudo ni afirmar ni desmentir la especie.