Las licencias de los maestros están en la mira y cada vez hay más casos en los que se descubre que éstas han sido otorgadas de manera irregular. Ya se conoció hace poco el caso de un profesor de La Pampa que pidió este beneficio por enfermedad psiquiátrica y se fue al Mundial de Rusia. Antes se había conocido el caso de un médico bonaerense que entregó más de cien licencias truchas a docentes. La última noticia dice que un matrimonio de profesores fue condenado a dos años y un mes de prisión por presentar certificados médicos falsos para una licencia mientras viajaron al exterior.
Se trata de Bibiana Beatriz Testa y Gabriel Estelrich. Los delitos por los que los condenaron fueron el uso de certificado médico falso y fraude en perjuicio de la administración pública. Esas constancias, otorgadas como licencias para la atención de familiares enfermos, las usaron para viajar al exterior. Además el juez Néstor Daniel Ralli, en el marco de un juicio abreviado,condenó al médico Santiago José Arisi a un mes de prisión de ejecución condicional por haber extendido ese certificado falso.
La denuncia fue presentada por la Fiscalía de Investigaciones Administrativas, el organismo a cargo de los sumarios de empleados estatales y docentes.
El fiscal general Guillermo Sancho demostró que Testa –de 54 años y domiciliada en Alta Italia– usó los certificados médicos extendidos el 27 de marzo y el 4 de abril de 2017, para “usufructuar seis días de licencia con goce de haberes, para asistir a un miembro del grupo familiar que se encontraba enfermo; cuando en realidad el 25 de marzo viajó al exterior, habiendo regresado al país el 7 de abril”.
Además utilizó otros certificados similares extendidos con fechas del 26 y el 28 de junio de 2017, para asistir a un familiar que se encontraba enfermo, y el certificado médico del 27 de junio, “en el cual se indicaba un día de reposo, a los efectos de usufructuar tres días de licencia con goce de haberes, cuando en realidad el día 24 de junio viajó al exterior y regresó el 13 de julio”.
Con respecto a su pareja, Gustavo Estelrich -bioquímico de 53 años, viceintendente de Ingeniero Luiggi un pueblo del norte de La Pampa-, la fiscalía demostró que utilizó los certificados médicos otorgados el 27 de junio y 5 de julio de 2017, en los cuales se indicaban días de reposo, “a los efectos de usufructuar cuatro días de licencia con goce de haberes, cuando en realidad el 24 de junio viajó al exterior y regresó el día 13 de julio”.
Con respecto a Arisi –45 años, médico con domicilio en Ingeniero Luiggi–, fue condenado a un mes de prisión en suspenso por el artículo 295, primer párrafo, del Código Penal, porque se comprobó que extendió dos certificados médicos a Estelrich, con fechas del 27 de junio y el 5 de julio de 2017, respectivamente, en los que se consignó que el imputado había asistido “al establecimiento asistencial”.
Esos certificados, Esterlich los presentó en su lugar de trabajo para justificar licencias por enfermedad con goce de haberes. El primero con un diagnóstico de gastroenteritis y el restante, de lumbalgia, indicándose reposo del 6 al 7 de julio inclusive “sin haberlo examinado ya que en esos días Estelrich estaba de viaje en el exterior”.
En la misma causa se encuentra imputado otro médico, Alfredo Pablo Etchart, de 66 años, que el 4 de julio el propio Ralli le otorgó el beneficio de la probation o suspensión del proceso a prueba hasta el 3 de julio de 2019. Por eso se formó una causa aparte. El juez consideró razonable la oferta reparatoria de 2.000 pesos propuesta por Etchart, que fueron destinados a la Fundación Fundalhum.
La Fiscalía de Investigaciones Administrativas ya detectó el caso de 25 empleados públicos que presentaron certificados médicos truchos, la mayoría de los casos son docentes.
En junio,el profesor de educación física Sergio Sánchez, de una escuela de Victorica se pidió carpeta médica psiquiátrica. Pero apareció en las redes sociales en los estadios del Mundial de Rusia siguiendo a la selección Argentina.
En febrero pasado, el gobierno de María Eugenia Vidal denunció a Juan Carlos Olenczuk luego de detectar que en 10 días había extendido 107 licencias -más de 10 certificados diarios- cuando el promedio del resto de los profesionales es de 3,4 por día.
Fuente: Clarín