Los detallados cuadernos escritos por el ex chofer de la mano derecha de Julio De Vido no lo sorprendieron demasiado a Leonardo Fariña, el primer «valijero» que declaró sobre las maniobras de corrupción del gobierno kirchnerista.
Si bien aclaró que desconoce las razones que motivaron a Oscar Centeno a llevar un registro de los bolsos con dinero que pasaban por manos del ex número 2 de Planificación, estimó que «quizás fue una carta que se guardaba por cualquier problema que surgiera con sus jefes».
En ese sentido, señaló que «la fidelidad no identifica al kirchnerismo» y que quedó demostrado que «si te tienen que soltar la mano, lo hacen».
Fariña explicó que participar de este tipo de círculo de corrupción «conlleva un riesgo muy grande». Algo que él no supo dimensionar. «Con 23 años, no le tenía miedo a nada», recuerda, para luego agregar que «esta persona, con otra edad y otra formación, quizás tomó sus recaudos».
No obstante, también aclaró que mientras que lo que haya en los cuadernos se pueda comprobar en la Justicia, el autor de los textos pasa a un segundo plano.
En cuanto al esquema de corrupción develado por Centeno, Fariña remarcó que resultó «más complejo de lo que esperaba», aunque aclaró que se trata del «mismo sistema» que él describió en su momento. «No empezó en 2003 cuando subieron a la presidencia. Es una copia de lo que había en Santa Cruz. Lo copiaron y lo maximizaron a nivel nacional», afirmó.
El ex financista y ex marido de la mediática modelo Karina Jelinek hoy vive bajo una identidad protegida tras testificar contra el empresario kirchnerista Lázaro Báez.