Luego de la polémica desatada por las fotos al natural y sin Photoshop de Wanda Nara (31) durante sus vacaciones en Ibiza, ahora aparecieron nuevas imágenes sin editar de la botinera más famosa del país.
En detalle, Wanda y su esposo, Mauro Icardi (25), fueron retratados mientras disfrutaban de un día familiar en las inmediaciones del Lago de Como, a 50 kilómetros de Milán, donde hace pocas semanas el futbolista le compró a su mujer «la casa de sus sueños», según ella misma contó en las redes sociales.
Para varias, las fotos en cuestión fueron distribuidas a los medios por The Grosby Group, la reconocida agencia internacional que en julio pasado también vendió las imágenes de la modelo y el deportista en su paso por España.
En las recientes fotografías se puede ver a la pareja preparando los elementos necesarios (arco y flecha) para disfrutar de una tarde de juegos y risas junto a sus hijas, Francesca (3) e Isabella (1 y 9 meses), quienes no se despegan de su madre en ningún momento.
Además, se supo que los hijos de la mediática, Valentino (9), Constantino (7) y Benedicto (6); fruto del ex matrimonio entre ella y Maxi López (34), también se encontraban en el lugar en compañía de su abuela materna, Nora Colosimo, y su pareja.
Con un look descontracturado: ojotas deportivas, short y una malla enteriza de una reconocida firma italiana; Wanda fue retratada por los paparazzis mientras preparaba junto a Mauro un equipo de arquería y, en otro momento de la jornada, mientras charlaba muy animada con sus íntimos en una ronda de mate.
La última vez que la mayor de las Nara fue fotografiada sin Photoshop y al natural se desató un tremendo escándalo. Es que la mediática aseguró que las imágenes habían sido retocadas para perjudicar su imagen.
«Estoy acostumbrada a que deformen mi vida al antojo y conveniencia de cada revista, programa o situación», comenzó diciendo la mujer de Icardi en una entrevista con Gente ?durante su última visita a la Argentina, luego de la polémica por sus fotos en Ibiza.
Y agregó: «Todos hablaron de mi celulitis, pero nadie reparó en la cara de felicidad de Mauro. Las redes sociales me dan la posibilidad de tener acceso directo a la gente, y que ellos vean por cámara cómo soy».
En tanto, hacia el final de esa entrevista ella aseguró que su cuerpo no es el que se vio en esas postales. «Además, es lógico que después de varios partos una mujer tenga celulitis. Pero esas fotos las retocaron para perjudicarme: yo sé dónde tengo y dónde no», agregó combativa.
Y cerró: «Me causó risa la panza que me hicieron: ni en mis embarazos estuve así. Con mis posibilidades económicas nunca llegaría a estar tan mal como me mostraron en esas fotos: existen un millón de tratamientos para solucionarlo».
Fuente: Clarín