Se lo conoce como con el apodo del «Magnate del sexo». Es un referente de la noche de San Pablo. Su Night Club Bahamas es uno de los centros más conocidos del entretenimiento para adultos. Siempre polémico y muy crítico de Lula Da Silva, el empresario Oscar Maroni había prometido regalar 9 mil latas de cerveza si el ex presidente caía preso. Y en abril cumplió, con una mega fiesta en la que se paseó disfrazado con traje de presidiario y lanzando latas de cerveza a todos los que llegaron hasta las puertas de su cabaret.
En los últimos días volvió a ser noticia al sumarse a la pléyade de candidatos estrambóticos de las próximas elecciones brasileñas. Oscar Maroni quiere ser diputado federal. Más insólito y polémico aún fue su primer spot de campaña, en donde aparece sentado en un sillón negro desde el que cuenta las propuestas que pretende llevar al parlamento mientras comparte el plano en pantalla con una de las señoritas que trabajan en su night club que permanece de espalda. La mujer mueve su trasero cuando Maroni le consulta si «está contenta con la política actual en Brasil».
Este jueves, la fiscalía electoral de San Pablo pidió que esa propaganda de Maroni sea retiradas inmediatamente porque «hacen apología de la prostitución y expone a las mujeres como mercadería en una situación degradante».
Pero Maroni apeló la medida y le dijo al diario Folha de Sao Paulo que no va a retirar los avisos porque su campaña representa su perfil, «es la forma que tengo para conquistar el voto de mi público». Y agregó: «La mujer que aparece en la propaganda fue invitada a participar y ella aceptó. No cobró nada. Es libertad de expresión. Yo defiendo el libre arbitrio de la mujer y que ella utilice su cuerpo como ella quiera».
Maroni propone trabajar por la igualdad de derechos para el hombre y la mujer y y transformar a la corrupción en un crimen con la máxima penalización.
