Mauricio Macri se aburre con la pompa y circunstancia de la diplomacia internacional y ya había resuelto cancelar su viaje a Nueva York para hablar en la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU). Pero la crisis económica yfinanciera de la Argentina torció sus planes y en dos semanas arribará a Manhattan para protagonizar una corta visita que incluirá un encuentro con Donald Trump, su discurso en la ONU, reuniones con líderes mundiales e inversores de Wall Street y su participación en la gala del Global Citizen Awards, donde será distinguido por su programa de gobierno.
Los equipos del canciller Jorge Faurie y del secretario de Asuntos Estratégicos Fulvio Pompeo están preparando el discurso presidencial ante la Asamblea General. Macri quiere ratificar frente a la ONU su plan de inserción global de la Argentina y la necesidad de una agenda mundial que permita achicar las asimetrías entre los países poderosos y los estados emergentes. El Presidente insistirá con los beneficios del libre comercio y confirmará su posición respecto de lograr una rápida salida democrática a la crisis política y social de Venezuela.
Por otro lado, Donald Trump organizará un cóctel de bienvenida para los jefes de Estado que participarán de la Asamblea General de Naciones Unidas. Será el lunes 24 a la noche, y Macri tiene previsto concurrir con Juliana Awada y su comitiva. En esa oportunidad, el Presidente agradecerá a su par norteamericano todos sus gestos políticos encaminados a lograr un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Trump apuesta por la administración de Cambiemos y ha dejado trascender que si el acuerdo con el Fondo no alcanza, explorará ciertos mecanismos financieros unilaterales para evitar que Argentina caiga en default.
La visita relámpago de Macri a Manhattan incluirá además reuniones bilateralesdiplomáticas y encuentros con banqueros e inversores que influyen en la economía del país. Es que si bien los mercados han planteado su desconfianza sobre el programa económico y el Presidente respondió con una amplia negociación –emprendida por Rogelio Frigerio— que puede desembocar en una rápida aprobación del Presupuesto 2019, en Nueva York Macri asegurará ante los banqueros e inversores de Wall Street para demostrar que «la tormenta y la turbulencia» ha comenzado a ceder y que Argentina honrará sus deudas con los bonistas en 2019.
A diferencia de su último viaje a New York, organizado por Luis Caputo como ministro de Finanzas, la agenda de Macri con los barones de Wall Street será diseñada por Nicolás Dujovne, que también ha pasado largas temporadas en el ring financiero de los Estados Unidos.
Macri recibirá un premio
Atlantic Council es un think tank que apuesta a la cooperación entre Estados Unidos y Europa, defiende al libre comercio y apoya a los proyectos políticos que proponen inserción mundial y el desarrollo de los países emergentes. Desde hace ocho años, el Atlantic Council entrega su Global Citizen Awards para reconocer el trabajo de líderes mundiales que contribuyen a la cooperación internacional. Y en esta oportunidad, han decidido premiar a Macri, a la primera ministra de Noruega, Erna Solberg, y a Hamdi Ulukaya, fundador de una organización humanitaria que apoya acciones a favor de los refugiados.
«El Atlantic Council reconoce al Presidente Macri su dedicación incansable y desinteresada con su país y su gente a través de su políticas pragmáticas, el compromiso con la reforma y la revitalización económica, y la renovación de las relaciones con socios internacionales, ejemplificado con la actual presidencia de la Argentina en el G20», se explica en el anuncio formal distribuido a los medios de comunicación para justificar la entrega del premio internacional.
Los ex presidentes estadounidense Bill Clinton y George H. W. Bush, el premier canadiense Justin Trudeau, la directora del FMI Christine Lagarde y en cantante y activista Bono, entre otros, ya recibieron el Global Citizen Awards. Y ahora le toca el turno a Macri, que llegará a Manhattan con una economía endeble y a merced de los mercados.
En este contexto, el Presidente ya sabe qué le preguntarán los banqueros e inversores: si en caso de que se presente Cristina Kirchner en las elecciones, va a ser capaz de derrotarla pese a la crisis y a la caída de su imagen política. Macri ya tiene la respuesta ensayada: sonreirá con cautela y dirá que sí.
