Ya son varias las localidades cordobesas que se ven afectadas por la crisis hídrica en la zona de Sierras Chicas, al norte de la capital provincial. El problema se multiplica y ya son cientos los pobladores que deben soportar casi sin agua la actual ola de calor. De hecho, la situación hace que algunos pueblos turísticos de la región ya vean comprometida su temporada de verano.
La emergencia afecta no sólo a los habitantes de áreas rurales y de los barrios más alejados de cada localidad, sino también a los pobladores de las zonas céntricas, countries y barrios cerrados.
En la localidad de Saldán, que hasta hace semanas no sufría restricciones, un tercio de la localidad padece ahora la falta del recurso. Y sus vecinos no descartan movilizarse si la situación no se soluciona.
En Salsipuedes, el 80 por ciento de sus 11 mil habitantes lleva meses sin servicio de red, y cuentan con camiones que les dejan agua casa por casa, pero apenas cada 8 o 10 días.
El dique La Quebrada, que abastece de agua a Río Ceballos, acentúa su bajante. Ayer estaba ya a 10,50 metros del vertedero, con un promedio de 9 centímetros de descenso por cada día sin lluvia. En Río Ceballos el servicio tiene cortes programados dos días por semana.
Al norte de Sierras Chicas, La Granja es una localidad turística, sobre todo en su sector de Ascochinga. Pero la falta de agua pone en riesgo los servicios turísticos. “El panorama es muy complicado, los hoteles y complejos que dependen de la red están funcionando con lo mínimo indispensable. Es impresionante ver cómo día a día el río retrocede de 200 a 300 metros en su caudal, lo que influye en la sequía de los pozos. Existen acequias de más de 100 años que nunca estuvieron secas y hoy no corre una gota de agua”, informó el intendente, Carlos Ambrosich.
Con este cuadro, los administradores de algunos hoteles y complejos de cabañas evalúan cerrar en pleno verano, si no pueden garantizar el mínimo indispensable a los visitantes.