El secretario general de la OEA, Luis Almagro, dijo ayer que no se debe descartar “una intervención militar” en Venezuela para “derrocar” al gobierno de Nicolás Maduro, al que responsabiliza de provocar una crisis humanitaria y migratoria.
“En cuanto a intervención militar para derrocar el régimen de Nicolás Maduro, creo que no debemos descartar ninguna opción”, dijo Almagro en una rueda de prensa en la ciudad colombiana de Cúcuta, fronteriza con Venezuela.
El jefe de la Organización de Estados Americanos (OEA), cuya actitud Maduro ha calificado de “injerencista”, justificó su declaración en “violaciones de derechos humanos” y “crímenes de lesa humanidad” cometidos por el gobierno venezolano contra su pueblo.
El “sufrimiento de la gente, en el éxodo inducido que está impulsando, hace que las acciones diplomáticas estén en primer lugar, pero no debemos descartar ninguna acción”, afirmó.
Almagro, que ayer culminó una visita de tres días a Colombia, donde evaluó la migración masiva venezolana, cuestionó al gobierno chavista por reprimir de una forma diferente a “las demás dictaduras” que ha habido en América.
“En este caso es la miseria, es el hambre, es la falta de medicamentos, como instrumentos represivos para imponer una voluntad política al pueblo. Eso es inadmisible”, remarcó Almagro.
Venezuela está sumida en una profunda crisis económica que ha provocado que2,3 millones de personas salieran desde 2014 del país petrolero, según la ONU. Colombia ha recibido a más de un millón.
Tras reunirse con el presidente colombiano Iván Duque el jueves, Almagro había dicho que la crisis migratoria que afecta a la región se resolvía con “democracia” en Venezuela.
Pero ayer instó a la comunidad internacional a “no permitir una dictadura en Venezuela”, que además de los perjuicios a su población provoca inestabilidad regional en términos humanitarios y de seguridad.
El pueblo venezolano “ha pagado un precio más que alto para recuperar su libertad, para recuperar su democracia, y todavía no la ha recuperado. La comunidad internacional definitivamente tiene que dar respuesta a esto”, aseveró.
La de Almagro ha sido una de las voces más críticas con Maduro en América Latina, pero hasta ayer no se había mostrado dispuesto a llegar tan lejos como el presidente estadounidense Donald Trump, que el año pasado planteó la posibilidad de una “opción militar” contra el mandatario venezolano.
Para el analista Ronal Rodríguez, las declaraciones de Almagro le restan credibilidad a la OEA y fortalecerán las versiones del chavismo de que contra Venezuela se prepara una intervención militar externa.
“Una de la características de las organizaciones intergubernamentales es precisamente evitar que surjan lógicas de conflictividad entre los Estados para que los países encuentren a través del diálogo espacios para resolver los diferentes problemas”, afirmó este profesor de la Universidad del Rosario de Bogotá.
Duque, que aboga por fortalecer la presión diplomática contra Caracas, pidió “a varios jefes de Estado” apoyar la denuncia que la OEA remitió a la Corte Penal Internacional (CPI) en contra del gobierno de Maduro.
El informe fue elaborado por expertos independientes por iniciativa de Almagro tras verificarse delitos de lesa humanidad en la represión a las protestas antigubernamentales a partir de 2014.
Almagro también clamó por apoyo internacional para atender la que considera “la crisis migratoria más grande” del hemisferio occidental, tras visitar refugios para migrantes venezolanos en Cúcuta.
“Nunca hemos visto un gobierno tan inmoral en el mundo, que no admita ayuda humanitaria cuando está en medio de una crisis humanitaria . La ayuda humanitaria tiene que llegar a Venezuela”, declaró.
Maduro ha rechazado los ofrecimientos de ayudas de diferentes países, entre ellos Colombia, con la que su país comparte 2.200 kilómetros de frontera.