Francisco visitó este lunes por algunas horas a Letonia, país balcánico con un 21% de católicos, 23% de luteranos y 11% de cristianos ortodoxos, con cuyos representantes se reunió por la mañana en la catedral luterana. A su llegada, ante el presidente Raimond Vejonis, el Papa afirmó que es necesario mantener “el primado de la vida sobre la economía”. En la catedral protestante hizo un llamado a la unidad de los cristianos, un camino “en clave misionera” en ayuda a la sociedad.
En la catedral luterana, junto a los católicos y los anfitriones había baptistas, metodistas, y anglicanos, junto con el patriarca ortodoxo de Estonia, Alexsandrs Kudrjasoys.
El Papa argentino llegó a Riga desde Vilna, la capital de Lituania, el más grande de los tres países bálticos con 2,8 millones de habitantes, que junto con Letonia (1,9 millones) y Estonia (1,3 millones), celebran cien años de su independencia. En Lituania Francisco pasó dos jornadas.
Entre cantos de coros y música religiosa, más las intervenciones de los distintos representantes cristianos, el Papa elogió en su discurso la vocación letona de colaboración y amistad “entre las diversas iglesias cristianas, que han logrado generar unidad, manteniendo la riqueza y la singularidad que les es propia”.
En Lituania buena parte de la visita fue dedicada a recordar la brutalidad sanguinaria de la ocupación nazi entre 1941 y 1944, y la ocupación soviética durante 50 años, que causaron miles de muertos.
El Papa también rindió homenaje el domingo a la comunidad judía lituana, exterminada por los nazis, que practicaron el Holocausto con 200 mil hebreos. Los sobrevivientes son solo 3000.
Así como en Lituania la KGB, la policía soviética, persiguió a los católicos, apresando a 365 sacerdotes y asesinando algunos obispos, también Letonia sufrió las persecuciones de la URSS. El Papa recordó que “tantos hermanos nuestros se acercaron a esta catedral para rezar y sostener la esperanza en tiempos de sufrimiento y tomar coraje tiempos de mucha injusticia y sufrimiento”.
Con respecto a la actualidad, dijo que “estos ciertamente no son tiempos fáciles para los cristianos”.
El pontífice se dirigió a las autoridades civiles y al mismo presidente Raimonds Vejonis, con quien se había reunido aparte en el Palacio Presidencial, y señaló que todos conocen “el precio de la libertad que han tenido que conquistar y reconquistar”, tras 50 años de ocupación soviética y los cuatro años de la invasión nazi.
Tras la disolución de la Unión Soviética, en 1991, alrededor del 37% de los habitantes de Letonia son de origen ruso, lo que genera problemas de convivencia e integración.
La emigración y la baja natalidad, más el ingreso del país a la Unión Europea, que garantiza la libertad de movimientos en el inmenso espacio de la UE de 27 países, han creado un difícil problema demográfico. Desde 2004, la población se ha reducido a 1,9 millones de habitantes.
Tras una visita ala catedral católica de Santiago y un almuerzo con los obispos letones, el Papa partirá por la tarde del lunes hacia Anglona, en la frontera nordoriental con Rusia, para visitar el Santuario de la madre de Dios.
Jorge Bergoglio emprenderá después un viaje en helicóptero de regreso a Vilna, la capital lituana, donde se aloja en la sede del arzobispado. Este martes está prevista la etapa final en Estonia, donde los católicos son solo 5000, y el regreso al atardecer por avión a Roma.
Julio Argañaraz/Clarín