Al grito de #EleNão (Él No), miles de mujeres de todo Brasil salieron a las calles este sábado para manifestar su rechazo al candidato ultraderechista Jair Bolsonaro, que lidera las encuestas de la primera vuelta de las elecciones presidenciales del 7 de octubre.
El movimiento, convocado a través de las redes sociales, planea marchas en 80 ciudades, desde de Rio Grande do Sul hasta Ceará, pasando por Sao Paulo, Rio de Janeiro y Goiás. También hay movilizaciones previstas en una decena de países, entre ellos Argentina, Australia, Canadá, España, Francia, Portugal y Estados Unidos.
La ofensiva femenina fue lanzada a inicios de mes con la creación de un grupo de Facebook, «Mujeres unidas contra Bolsonaro», que convoca a las mujeres, sin distinción de partido político, «contra el avance y el fortalecimiento del machismo, la misoginia, el racismo, la homofobia y otros tipos de prejuicios».
La consigna #EleNão #EleNunca (Él No, Él Nunca) se hizo rápidamente viral en las redes y en pocas semanas el grupo reunió casi cuatro millones de adhesiones.
«Mujeres de Brasil, mujeres fuera de Brasil, todas las mujeres, es hora de unirse. O nos unimos ahora para pelear o nos vamos a juntar para llorar», lanzó en un mensaje esta semana Ludimilla Teixeira, una de las administradoras del grupo. «No podemos permitir que el fascismo avance en Brasil. Esa candidatura es nefasta», añadió.
Durante semanas han sumado adhesiones de mujeres de distintas razas, edades y orígenes, anónimas o famosas.
«Es un candidato extremadamente fascista, racista, homofóbico», dice la actriz y cantante Letícia Sabatella. «Subestima a las mujeres, subestima a los homosexuales, subestima a los negros», añade la actriz Caroline Abras. «Quiero que tú mujer pienses muy bien si quieres ese retroceso en tu vida», afirma a su vez la compositora Marília Mendonça.
En las últimas horas se sumó incluso la cantante Madonna, que difundió en Instagram una foto con la consigna brasileña y el hashtag #endfascism.
Una movilización sin antecedentes
En la historia reciente del país sudamericano «no hay registro de una movilización tan amplia y tan permeable relacionada con las mujeres», dijo a la AFP Ligia Fabris Campos, profesora de Derecho en la Fundación Getulio Vargas (FGV).
Para Joao Feres Junior, profesor de Ciencia Política del Instituto de Estudos Sociales y Políticos (IESP) de la Universidad del Estado de Río de Janeiro (UERJ), el movimiento «es muy interesante, porque tiene una efectividad electoral y trae al proceso político la cuestión de género, algo que nunca ocurrió en Brasil».
«Son las propias mujeres que reaccionan como mujeres a un candidato, no para defender a una candidata, sino como ciudadanas ante un proyecto político que las excluye», explicó.
La carrera de Bolsonaro, del Partido Social Liberal (PSL), ha estado rodeada de polémicas por sus proclamas misóginas, homofóbicas y racistas y por su reivindicación de métodos de tortura de la dictadura militar (1964-1985).
Son además famosos sus enfrentamientos con mujeres, como cuando en 2014 le dijo a la diputada de izquierda Maria do Rosario que «no merecería ser violada» por ser «muy mala, muy fea». Ese mismo año trató a una periodista de «idiota» y «analfabeta».
El diputado y ex capitán del Ejército, de 63 años, recientemente justificó que las mujeres tuvieran salarios menores que los hombres. Su candidato a vice, el general de reserva Antonio Mourao, levantó polvareda cuando dijo que las familias sin figura paterna eran «una fábrica de elementos desintegrados».
Las encuestas indican que Bolsonaro podría enfrentarse en una segunda vuelta, el 28 de octubre, con el candidato del Partido de los Trabajadores (PT, izquierda), Fernando Haddad.
Pero su alto índice de rechazo (en torno al 50%) entre las mujeres puede frenar su camino a la presidencia de Brasil.
Ana Inés Cibils para AFP
Fuente: Infobae