El realizador argentino Benjamín Naishtat, de 32 años, se llevó este sábado la Concha de Plata al mejor director en el Festival de cine de San Sebastián, por su película «Rojo», sobre los prolegómenos de la dictadura de 1976-1983.
Al recibir el premio, Naishtat criticó duramente la actual gestión pública de la cultura en su país. «La cultura dignifica, es parte de la dignidad de un pueblo, y la dignidad no se negocia», dijo.
Benjamín Naishtat al recibir su premio.
Naishtat ambienta «Rojo» en 1975 en una provincia argentina cualquiera, para describir el clima de ultranacionalismo, miedo e hipocresía burguesa que propició el golpe del año siguiente.
El director de «Historia del miedo» (2014) y «El movimiento» (2015) se llevó así un premio de envergadura, que se suma al recibido por su actor principal en el filme, Darío Grandinetti. En el elenco tuvo también a la argentina Andrea Frigerio y al chileno Alfredo Castro.
El festival donostiarra había entregado el premio a mejor director el año pasado a la argentina Anahí Berneri, por su película sobre la prostituta «Alanis».
Por su parte, Darío Grandinetti, protagonista del film, se quedó con la Concha de Plata al mejor actor.
Darío Grandinetti, Concha de Plata como mejor actor por Rojo.
Tras recibir el premio, y al referirse a la temática del largometraje, Grandinetti sostuvo que «las cosas ocurren porque hay una sociedad que ayuda, los que nos gobiernan no son marcianos. Hay que saber para que no nos sorprendan con sus políticas de cercenar derechos, para que no nos vuelvan a engañar. Vaya este pequeño aporte desde el cine».
Además de Naishtat y Grandinetti, hubo otros argentinos premiados en San Sebastián: Pedro Sotero ganó a la mejor fotografía, también por Rojo; «Familia sumergida», de María Alché, se quedó con la distinción «Horizontes Latinos», y Agustín Toscano recibió una mención especial por «El Motoarrebatador».
AFP y EFE.
Fuente: Clarín