Números que preocupan al Gobierno

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Una encuesta nacional realizada entre el 1 y 5 de octubre dio una foto definitivamente novedosa: si las elecciones fueran hoy, Cristina Fernández de Kirchner sacaría 38%, Mauricio Macri 32%, Sergio Massa 11% y Nicolás del Caño 4%. Solo quedan 15% de consultados que contestaron que no saben o no contestan a quién votarían, exhibiendo un bajísimo porcentaje de indecisos cuando falta un año para las elecciones, como si el electorado estuviera apurado en tomar posición.

Pero si se analiza la película, la foto es inquietante. Sucede que siempre se supo que CFK tenía un piso alto pero también un techo bajo, es decir, un porcentaje demasiado alto de personas que «jamás la votarían», en general, superando el 50%. La novedad es que ese techo empezó a ceder y un porcentaje significativo de encuestados que hasta julio no estaban dispuestos a votarla, empiezan a decir que sí la votarían. Además, desde agosto ese porcentaje viene creciendo mes a mes.

El otro dato es que, a pesar de la crisis, Mauricio Macri sostiene un voto absolutamente consolidado, que no se inmuta ante la inflación, la devaluación, el aumento de las tarifas.

Su imagen ronda el 40%, un porcentaje que no se condice con la crisis fenomenal que se vive en los hogares argentinos, lo que demuestra que el Presidente representa fielmente los valores de un electorado que le sigue creyendo.

La ruptura está entre quienes no tienen a Macri como primer opción. Por ejemplo, entre los que votan a Massa, sectores bajos del conurbano que mayoritariamente reciben ayuda social del Estado, solía había una preferencia por Cambiemos como segunda opción, de 3 a 1 en relación a Cristina. Sin embargo, hoy esa relación se dio vuelta a la inversa. Solo 1 estaría votando por Macri como segunda opción y 3 por Cristina. Si la candidata fuera María Eugenia Vidal, la segunda opción se dividiría en partes iguales con CFK.

La imagen positiva  de la gestión de Gobierno cayó 3 puntos en relación al mes anterior, está en 32.5 %, consolidando una caída que empezó claramente en abril. Por el contrario, el rechazo a la gestión nacional llega a 65%.

El estudio lo realizó la consultora TresPuntoZero, que trabaja para candidatos oficialistas. En diálogo con Infobae, Julián Libonatti, director de estudios cuantitativos de la consultora, dijo que «ante la caída del rechazo a votar a Cristina, ese mantra de personas que no estaban a dispuestas a votarla bajo ningún concepto que se mantuvo inalterado desde el 2015, también se traslada a su imagen, que viene creciendo en los últimos meses». A tal punto que «en perspectiva, actualmente hay una situación de empate electoral, con dos grandes polos de sentido y valores, con poco espacio con otras opciones».

Según Libonatti, «Macri le habla muy bien a su electorado, tiene un vínculo muy firme, pero está perdiendo alguna fracción del voto massista del conurbano, que en la foto de hoy se está yendo con Cristina».  Agregó que «hay un 20% del electorado en el conurbano que todavía lo sigue votando con gran firmeza, pero le está costando defender al Presidente en las conversaciones con sus amigos o en el barrio: en los grupos focales que hicimos hasta lo hacen responsable de haber llevado a Macri al poder y tengo muy claro un caso de una persona que le echó la culpa a un votante de Cambiemos porque ya no tiene posibilidad de comprar una Coca Cola».

No sorprende, entonces, que Marcos Peña haya ido a comer un asado el lunes por la noche al lejano Florencio Varela, donde el concejal Pablo Alaniz (31 años, 10 de militancia en el PRO, varelense de nacimiento, experto en medios digitales al punto que era el Director de Comunicación Digital del Gobierno nacional hasta que decidió enfocarse en política territorial) libra una durísima batalla para ganar la intendencia que el peronista Julio Pereyra retiene desde 1983.

Varela es uno de esos distritos llamado «dormitorio», porque la mayoría trabaja en otras localidades, casi todas alejadas. La obra más valorada por sus habitantes fue realizada por el Ministerio de Transporte de la Nación, se trata de la electrificación del tren Roca, el sistema de transporte más eficiente y barato. También hay gran satisfacción por dos viaductos inaugurados el año pasado, que estaban prometidos hace 15 años y nunca se terminaban. Son dos obras realizada por el Gobierno de la provincia.

Sin embargo, el Metrobus que la Nación está haciendo en el centro de Varela no tiene respald, porque es de solo 15 cuadras y los vecinos se quejan de que se están rompiendo las pocas calles asfaltadas que hay en el distrito. El asfalto es la gran demanda de los habitantes, pero en la Provincia dicen que no se pueden mandar los fondos porque son obras que debe realizar la Intendencia y terminan usando las partidas para otros fines.

Lo concreto es que el Jefe de Gabinete fue invitado como un gesto político a un asado que se realizaría en la sede de Cambiemos con otros intendentes y «futuros intendentes» en la Tercera Sección Electoral, pero sorprendió confirmando. Así, un encuentro que sería de 15 o 20, se terminó transformando en otro de 60, porque se fueron sumando intendentes de la Primera Sección Electoral, más funcionarios de la Provincia de Buenos Aires (Alex Campbell) y hasta del Gobierno nacional (Jorge Triaca y Alejandro Finocchiaro).

Infobae estuvo en la sede de Cambiemos de Varela al día siguiente y pudo recorrer el distrito también. El trabajo que realiza el equipo de Alaniz es sorprendente. Es una reproducción de  Balcarce 412, sede nacional de Cambiemos. Jóvenes conversando por las redes sociales con los vecinos en tiempo real, los famosos «tablero control» con los contactos realizados por día, por semana, por mes. Cuántos comedores, cuántos clubes, cuántos centros de jubilados, con qué medios locales se hablaron, qué repercusión hubo.

En otro habitación y otro cuadro, el análisis de las 10 localidades de Varela, cuántos habitantes tiene cada una, cuál fue el resultado en el 2017, qué objetivo para el 2019. De esos diez grandes barrios, Cambiemos tiene trabajo territorial en siete. En cada uno hay un coordinador general, y responsables por áreas súper específicas. Los jóvenes (todos lo son) no pierden un minuto.

El movimiento en la sede, chicas y chicos que van y vienen, es constante. Hay concentración y análisis en el trabajo, enorme dedicación. Ya en dos clubes de fútbol de Gobernador Costa, Infobae constató un conocimiento preciso del terreno y de los vecinos que dirigían las dos entidades barriales, agradecidas por los subsidios que recibieron para realizar mejoras en baños y vestuarios en un caso, en la llegada de árboles para poner en la vereda en el otro.

El caso de Alaniz está lejos de ser el único de Cambiemos en el conurbano, aunque quizás sí es el más «científico», el modelo más «peñista», por decirlo de algún modo. De hecho, Pablito ganó las PASO a un dirigente que venía del peronismo tradicional y perdió con el FPV por solo 12%. En el 2019, como se dijo más arriba, pretende ganarle la intendencia al peronismo.

El esfuerzo de ese joven y su equipo, que podrían estar trabajando cómodamente en la Casa Rosada, pero eligen el barro del territorio es la prueba, primero, de la vocación de transformación de Cambiemos. Segundo, de una mística militante a prueba de crisis y caída en las encuestas.

Como Mauricio Macri en el 2015, ¿podrá Pablo derrotar al sentido común que en Florencio Varela asegura que solo puede ganar el peronismo? Hoy no. El Gobierno nacional está en su peor momento en ese distrito y con Cristina creciendo. También la evaluación del Gobierno provincial está por el piso, con un 63.8% de imagen mala o muy mala. Sin embargo, por primera vez desde 1983, una opción local no peronista lidera la encuesta de imagen en Florencio Varela. Hace tres años era algo que no existía.

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