Hace un año la joven Mariel Daiara Persincola empezó el curso de ingreso para integrar el cuerpo de Bomberos Voluntarios del Destacamento 1 de la localidad de Parque San Martín, en el partido bonaerense de Merlo. Su ilusión de ayudar a los demás se derrumbó en poco tiempo, cuando ella misma se convirtió en víctima del acoso sexual y laboral de uno de sus superiores.
La bombero, de 18 años, soportó durante varios meses las «actitudes incómodas» del acusado, quien intentó besarla contra su voluntad, le llenaba el teléfono de mensajes invitándola a salir, le ofrecía llevarla a su casa y, además, la obligaba a hacer trabajos sola dentro del cuartel.
Sus intentos por evitarlo se fueron agotando con el tiempo y finalmente, cansada de las insinuaciones, lo denunció a mediados del mes pasado. Entonces fue peor, porque otro encargado, en defensa de su compañero, la amenazó para que cambiara el informe.
«El acusado fue pasado a disponibilidad y se le inició un sumario», dijo a TN Héctor Carnero, presidente de la Asociación de Bomberos Voluntarios de Merlo. De acuerdo a su testimonio, el hombre señalado por la víctima tiene «prohibida la entrada al destacamento» desde que se conoció la denuncia aunque, aclara, «no tomarán ninguna decisión definitiva hasta que no se expida la Justicia».
Otro caso en Berazategui
Una situación similar le tocó atravesar a otra mujer, que denunció por acoso a un Cabo 1º del cuartel de Bomberos Voluntarios de J.M. Gutiérrez, en Berazategui. La acusación en este caso fue por «manoseos» y no descartan que en las próximas horas se sumen nuevos testimonios en su contra de víctimas que tenían miedo a denunciar por las posibles represalias.