Se enamoró. Sabía que su familia no iba a aceptarlo porque estaba en contra de su prédica religiosa, pero no podía evitarlo. La joven, musulmana, sólo quería estar con su novio Rupesh Kumar, que profesa el hinduismo.
Al darse cuenta de que era inútil tratar de convencer a sus padres, la adolescente de 18 años decidió escapar con Kumar. Iban a casarse. Pero la ilusión duró poco.
La familia logró localizarla y la llevó a la fuerza nuevamente hasta su pueblo, ubicado en el distrito Nawada, en el estado de Bihar. El consejo comunal determinó que era necesario castigarla, por haber «deshonrado a la comunidad».
Fue un acto de salvajismo puro. Sus propios familiares la ataron a un árbol y la azotaron durante cinco horas, según informan medios locales.
Los vecinos observaban. Algunos permanecían en silencio, pero otros celebraban la vejación. La joven terminó con heridas en la mayor parte del cuerpo.
Fuente: Infobae