Patricia Parra tenía planeado viajar este fin de semana a Trelew para el 33° Encuentro Nacional de Mujeres pero la asesinó el hombre con el que había compartido 28 años de su vida. La golpeó y la apuñaló al menos 30 veces, todo delante de su nieta de cinco años.
La mujer se había animado a denunciar a su ex, Eduardo Valenzuela, y la Justicia le impuso una restricción de acercamiento. Aún así, el hombre violó la prohibición e irrumpió el miércoles en su casa de la ciudad rionegrina de General Roca dispuesto a asesinarla.
La golpeó y después empezó a apuñalarla con un cuchillo tipo carnicero. La atacó con tanta violencia que se le rompió el mango;pero no desistió de su plan. Tenía otro guardado en el auto que había dejado estacionado en la calle. Lo buscó y siguió lastimándola. La pateó incluso cuando agonizaba en el suelo.
El informe de los forenses reveló que Parra recibió al menos 30 puñaladas y varios golpes que le provocaron una fractura en la base del cráneo, según informó el sitio Todo Roca. Valenzuela escapó después de cometer el femicidio y buscó refugio en la casa de un sobrino, donde lo encontró la policía tratando de cambiarse de ropa.
La jueza a cargo de la investigación le dictó en las últimas horas la prisión preventiva por 6 meses, acusado por el asesinato «triplemente agravado» de su expareja. Por ese delito enfrenta una pena a prisión perpetua.
“Patricia, como muchas otras, era una mujer trabajadora que peleaba día tras día para llevar el plato de comida a su casa, como muchas mujeres era quien salía a las calles para luchar por lo que es justo”, recordaban sus compañeras de la Corriente Clasista Combativa (CCC), donde la víctima también militaba.