Argentina y Uruguay serán a partir de enero miembros del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, tras unas elecciones sin competencia en las que fueron elegidos varios países con candidaturas muy criticadas.
En total, la Asamblea General de la ONU renovó 18 de los 47 asientos de este órgano con sede en Ginebra, el encargado de vigilar el respeto de los derechos más básicos en el mundo.
Los nuevos miembros, que tienen mandato para un periodo de tres años, se incorporarán al Consejo de Derechos Humanos a partir del próximo 1 de enero, tras la salida de los países a los que reemplazan.
«Celebramos esta decisión muy importante que nos pone en un lugar de mucha relevancia a nivel mundial. Es el fruto del trabajo en derechos humanos que venimos realizando desde hace tres años», aseguró el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj.
«Es un reconocimiento que tiene que ver con volver a dialogar abierta y sinceramente con el mundo. Hemos vuelto a transitar un camino del que nunca debimos apartarnos. Es un merito también del presidente y todo su equipo que le ha dado un fuerte impulso a las políticas de derechos humanos que estamos llevando a cabo», agregó.
Todos los candidatos llegaban en esta ocasión con el aval de sus respectivos grupos regionales y, por tanto, no se enfrentaban a otros aspirantes.
Como consecuencia, para ser elegidos únicamente necesitaban recabar el apoyo de una mayoría simple de los 193 Estados miembros de la ONU, lo que todos lograron con un amplio margen.
El Consejo de Derechos Humanos se creó en 2006 para sustituir a la Comisión de Derechos Humanos, suprimida tras 60 años de trabajos por la crisis de legitimidad en la que había caído por decisiones vistas comoparciales, politizadas y desequilibradas.
Estados Unidos anunció este año su retirada del órgano, muy criticado por el Gobierno de Donald Trump, ya que asegura que el Consejo tiene prejuicios contra Israel, país al que ha condenado por su avance sobre los palestinos.