La nave que encalló en un banco de arena en las inmediaciones de la pequeña isla e Giglio, estaba efectuando una crucero por el Mediterráneo, que salió de la ciudad costera italiana de Savona (norte) con escalas previstas en Civitavecchia (centro), Palermo (Sicilia), Cagliari (sur), Palma de Mallorca (España), Barcelona (España), Marsella (Francia) y regreso a Savona, según una nota de la compañía naviera.
A bordo viajaban alrededor de mil pasajeros de nacionalidad italiana, otros 500 alemanes y cerca de 160 franceses, además de unos mil miembros de la tripulación.
Dos horas después de salir de Civitavecchia, la primera escala del periplo, el buque se encontraba en las cercanías de la isla de Giglio y la mayoría de los pasajeros cenaban.
De repente se fue la luz y se sintió un golpe y un gran estruendo. Los pasajeros fueron advertidos por el capitán de que se trataba de un problema eléctrico, se percataron de que la nave se estaba inclinando. Luego fueron invitados a ponerse el chaleco salvavidas y a subir al puente y situarse ante las lanchas de emergencia según informa el diario El País de España.
Se vivieron escenas de pánico y empellones a la hora de embarcar en las lanchas salvavidas y en las patrulleras de los bomberos de Civitavecchia y de Livorno que fueron trasladando a los pasajeros a la isla de Giglio.