La Superliga le pide a la Conmebol que las finales de la Copa Libertadores no se jueguen los sábados

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No hay paz. Pareciera que en vez de disfrutarlas, a estas finales de la Copa Libertadores históricas entre River y Boca hay que padecerlas. Cuando la Conmebol todavía mantiene en suspenso el fallo contra Marcelo Gallardo por el que Gremio pretende descalificar al Millonario, la entidad ya cambió la fecha de las finales, que ahora serán los sábados 10 y 24 de noviembre. Pero la Superliga no quiere saber nada.

Es que el torneo de Primera División tiene programadas las jornadas 12 y 13 para esos fines de semana, y de jugarse el Superclásico habría que reprogramar. Entonces, la organización le mandó una carta a la AFA, para que se la haga llegar a la Conmebol exigiendo una revisión de fechas. De nunca acabar…

«Le hacemos saber nuestra sorpresa frente a dicho anuncio, realizado por Conmebol de manera inconsulta y unilateral, teniendo en cuenta que para las mismas fechas se encuentran programadas la disputa de las fechas 12 y 13 de la Superliga», dice uno de los párrafos de la carta firmada por el presidente del torneo Mariano Elizondo.

«Asimismo, se le hace saber que, de acuerdo a lo que nos han manifestado los directivos, los clubes que disputarán dicha final tampoco habrían sido consultados por la Conmebol ni habrían prestado su conformidad con este cambio», enfatizaron.

Después, la carta aumenta su nivel de dureza: «Este cambio invade las fechas en las cuales la Superliga ya tiene programados partidos”. Y cierra con un firme pedido para que la Conmebol «disponga lo necesario para que se revea la modificación de las fechas. En caso de insistir, solicitamos se nos convoque a una reunión con la AFA y los clubes involucrados”.

Originalmente, las finales se iban a disputar los miércoles 7 y 28 de noviembre. Primero pasaron para el 7 y el 21 por una cuestión de seguridad atada a la reunión del G20 que se realizará en Buenos Aires la semana del 30. Luego, tras un pedido del Gobierno Nacional, se definió que se disputarán los sábados.

Ninguno quiere ceder terreno. Y la incertidumbre crece. No se puede disfrutar ni un Superclásico en la final del torneo más importante del continente…

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