Portación de armas: funcionarios bonaerenses se diferenciaron de Patricia Bullrich

Un nuevo foco de tensión se desató en las últimas horas entre el presidente Mauricio Macri y la gobernadora María Eugenia Vidal por las diferencias de criterio que imperaron alrededor de las expresiones de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en torno al uso libre de armas en la Argentina.

Según pudo saber Infobae, el tema fue eje de debate en la mesa chica que comparten Macri, Vidal, Horacio Rodríguez Larreta, Marcos Peña y Emilio Monzó en la Casa Rosada cada lunes.

Desde la gobernación bonaerense hubo señales claras de que los dichos de Bullrich acerca de que «el que quiere estar armado» para evitar hechos delictivos «que ande armado» desató un malestar en las filas de Vidal.

Si bien la gobernadora no saldrá públicamente a diferenciarse de Macri, lo cierto es que al menos dos funcionarios de su gabinete como el secretario de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires, Santiago Cantón, y el ministro de Seguridad, Cristian Ritondo, salieron a contradecir los dichos de Bullrich.

Cantón planteó abiertamente en su cuenta de Twitter que «el monopolio del uso legítimo de la fuerza debe ser sólo del Estado». No sólo ello. También consideró que «la libertad que quiere la enorme mayoría de los argentinos es caminar por la calle sin portar armas».

En tanto, Ritondo, según pudo reconstruir este medio, deslizó a sus allegados una señal inequívoca que comparte con Vidal: «Nosotros llevamos una política de desarme yqueremos que el que lleve armas sin papeles quede preso».

A la vez, en el entorno de Vidal admitieron: «En un espacio tan grande y diverso como es Cambiemos no todos vamos a pensar igual en todo«.

De todas maneras, la gobernadora bonaerense no saldrá a diferenciarse públicamente de Macri ni de ninguno de sus ministros a pesar de que en reserva dejó planteada su postura contraria a la de Bullrich.

El secretario de Derechos Humanos de Vidal fue el más explícito en su diferenciación de la Casa Rosada y tras enviar su tuit destacó a varios ministros y allegados que «dejar abierta la posibilidad a que la gente se arme por cuenta propia en un contexto de violencia como el que se vive en América Latina es un peligro letal».

Si bien Bullrich ratificó sus dichos acerca de que «el que quiere estar armado» para evitar hechos delictivos «que ande armado», debido a que «la portación de armas no está prohibida», la misma ministra de Seguridad luego relativizó sus expresiones.

Así, buscó bajarle el tono a sus afirmaciones, las que muchos leyeron al límite de la invitación o la apología de la defensa por mano propia: «Yo no recomiendo estar armado, pero las personas son libres de usar armas o no usarlas. Existe una regulación; si quieren que las prohibamos, las prohibimos, pero mientras tanto la gente puede hacerlo».

Más allá de las aclaraciones, en el gobierno de Vidal no cayeron bien los dichos de Bullrich y no es la primera vez que la administración bonaerense se diferencia de Macri. Antes fueron los debates internos por la compensación presupuestaria por el Fondo del Conurbano actualizado a la inflación, la postura frente al aborto, el vínculo con los intendentes del PJ o las políticas ante las corrientes de inmigrantes que encara la Nación.

Fuente: Infobae