Una madre de familia del condado de Okmulgee, en el estado de Oklahoma (EE.UU.), mató a dos de sus hijos mientras dormían, pero la tercera logró arrebatarle el arma y frustró el final de su plan macabro.
La tragedia comenzó cuando Amy Leann Hall, de 39 años, se introdujo en el cuarto de su hijo mayor, Kayson Toliver, una joven promesa del fútbol americano de tan solo 18 años. Acto seguido, según trascendió, la mujer le disparó en la cabeza.
Aparentemente, tras matar a su primera víctima, la criminal se dirigió al cuarto de sus dos niñas. Primero le habría disparado a Kloee Toliver, una joven de 16 años, cuya bala impactó entre su nuca y su cuello. En ese instante, su otra hija de 14 años logró quitarle el arma y después se encerró en el baño para protegerse y mantenerse con vida. A su vez, logró convencer a la mamá para que abandonara la casa.