Terminó el «Bombonerazo» y los hinchas pidieron dar la vuelta en la cancha de River

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La fiebre por la Superfinal de la Copa Libertadores no entiende de límites. En dos días, River y Boca se enfrentarán en el Monumental para definir al mejor equipo del continente en un duelo sin precedentes. Al igual que ocurrió en el encuentro de ida, solo los hinchas locales podrán asistir al partido. De esta manera, los jugadores del Xeneize saldrán al campo de juego a enfrentarse a 65 mil almas millonarias.

Para contrarrestar esto, desde Boca organizaron un «Bombonerazo», para que los hinchas disfruten de un entrenamiento abierto del equipo, en donde no dejaron de alentar y se animaron a pedirle al plantel dar la vuelta en la cancha de River.

A diferencia de lo que ocurre en los partidos de Torneo y Copa, el acceso no estuvo restringido a los socios y hubo colas desde las 5 de la mañana. Dos horas antes de que los jugadores salieran al campo de juego, la capacidad del estadio colapsó y hubo hinchas que no pudieron entrar y que se quedaron en la calle alentando.

Hubo también algunos forcejeos, empujones y desbordes en la puerta 6, uno de los accesos al estadio, que sólo estaba custodiado por responsables de la «organización» identificados con pecheras multicolor. No hubo operativo policial.

Por otro lado, los fanáticos están organizando un banderazo para el día del partido: el sábado se acercarán al hotel donde se alojará el plantel para darle la despedida antes de que el micro salga para el Monumental.

La revancha entre River y Boca será el sábado a las 17. La serie está 2-2. El ganador levantará la Copa. En caso de empatar (no rige la ley del «gol del visitante») irán a tiempo suplementario y, de persistir la igualdad, definirán por penales.

Mientras el plantel realizaba el tradicional «loco» en el medio del campo de juego, un fanático se coló y se metió en el terreno. Con la camiseta rosa del Xeneize y un gorrito azul, este hincha logró atravesar la custodia para llegar hasta los jugadores.

Lo primero que hizo fue correr hacia sus ídolos. Para que no lo saquen los hombres de seguridad, Carlos Tevez lo buscó y lo abrazó, protegiéndolo. El Apache lo llevó al centro de campo mientras este fan estaba enloquecido con lo que vivía y el estadio lo aplaudía y lo envidiaba.

Guillermo Barros Schelotto se le acercó y le dijo algo, Ramón Ábila bromeó con él. Pero el momento cumbre llegó cuando Tevez le regaló su buzo de entrenamiento y él se lo cambió por su gorrita.

Después de saludar a varios futbolistas y volver a abrazar a Carlitos, este hincha fue invitado a retirarse mientras era ovacionado otra vez por la Bombonera. Una tarde que no olvidará jamás.

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