Por estas horas todo es incertidumbre. Tras los ataques de los hinchas de River al micro de Boca y la suspensión del partido, desde la Conmebol presionan para que la Superfinal se juegue esta tarde en el Monumental.
Desde la máxima entidad del fútbol sudamericano se amparan en un documento que firmaron Daniel Angelici y Rodolfo D’Onofrio en el que se comprometían a jugar este domingo a las 17. La Conmebol, además, cuenta con el apoyo de la FIFA que quiere que la Superfinal se juegue sí o sí.
Sin embargo, los jugadores del Xeneize se mantienen en su postura y señalan que no están dadas las condiciones para encarar el encuentro. Para empezar, la visita no podría contar con Pablo Pérez en su alineación titular. Además, son críticos del operativo de seguridad y dudan de que este domingo algo cambie.
El sábado por la noche, dirigentes de peso del Xeneize se reunieron con los abogados de club para analizar otras alternativas. Una de las posibilidades que sonó es pedir el partido. La primera duda que surgió es: ¿se lo puede hacer responsable a River por lo que ocurrió fuera del estadio?
Según el reglamento disciplinario, sí. El inciso 2 del artículo 8 de este reglamento detalla que los clubes «son responsables de la seguridad y del orden tanto en el interior como en las inmediaciones del estadio, antes, durante y después del partido del cual sean anfitriones u organizadores». «Esta responsabilidad se extiende a todos los incidentes que de cualquier naturaleza pudieran suceder, encontrándose por ello expuestos a la imposición de las sanciones disciplinarias y cumplimiento de las órdenes e instrucciones que pudieran adoptarse por los órganos judiciales».
En el Xeneize comparan lo vivido el último sábado con el episodio del gas pimienta de 2015: los jugadores de River fueron agredidos en la Bombonera y no se jugó el segundo tiempo. El Millonario reclamó en Conmebol y Boca fue eliminado de la competencia.