Tras el fin de semana marcado por la violencia en el fútbol y la suspensión de la final de la Copa Libertadores, el Gobierno resolvió que el Congreso trate la ley de barrabravas en sesiones extraordinarias. La medida había sido adelantada por el presidente Mauricio Macri, que la impulsó durante una reunión de Gabinete este martes. Según trascendió, el llamado se publicará en el boletín oficial para que haya sesiones la semana que viene o la siguiente a más tardar.
La medida prevé cuatro puntos principales: agravar las penas a los barras,tipificar la asociación ilícita de los hinchas violentos, definir que las penas sean de cumplimiento efectivo y establecer un mecanismo de juicios abreviados.
Así, en caso de aprobarse la norma los barras tendrán condenas mayores que otra persona si cometen un delito y se incorporará al Código Penal la posibilidad de que actúen como asociación ilícita y eso tendrá otra pena distinta al delito de asociación ilícita que establece 10 años de cárcel. Además se establecerá un mecanismo para que las causas no se alarguen en el tiempo y los condenas por violencia en el fútbol no podrán acceder a beneficios para acortar la condena por buen comportamiento u otras situaciones contempladas en la ley.
Mauricio Macri había adelantado el lunes que pediría tratar el proyecto contra la violencia en el fútbol en el Congreso, durante sesiones extraordinarias. El presidente aclaró que la iniciativa apunta a que los jueces puedan encuadrar de manera más efectiva los delitos cometidos en el marco de espectáculos deportivos.
El mandatario llamó a «persistir y rechazar a los violentos y a las mafias que muchas veces están detrás de este tipo de violencias» y dijo que fue un «bochorno» lo que pasó el fin de semana con la agresión al micro de Boca en las cercanías del estadio de River cuando los jugadores xeneixes llegaban para jugar la final de la Copa Libertadores.
Macri dijo que la Argentina «tiene fallas en el sistema» de organización de partidos de fútbol y apuntó a «parte de la dirigencia que apaña como una conducta razonable tirar piedras, agredir y violentar» por los incidentes del sábado que dejaron en suspenso el Superclásico.