Rehana Fathima, activista, madre de familia, modelo y actriz fue arrestada hace unos días en la India por una selfie que fue catalogada como ofensiva y porque ‘hería sentimientos religiosos».
A Fathima se le acusa de exponer su muslo en una fotografía además de intentar entrar a uno de los recintos religiosos más sagrados del hinduismo, el templo de Sabarimala en Kerala, que hasta hace poco estaba prohibido para las mujeres.
Y es que ella acudió después de que el tribunal más alto de la India anuló la prohibición de entrada al templo a mujeres que menstruaran en el lugar de peregrinación hindú, este evento natural femenino culturalmente en algunos sectores conservadores se considera «impuro».
Fathima trató de llegar al templo con la periodista Kavitha Jakkal, y fueron escoltadas por la policía, sin embargo los manifestantes les prohibieron la entrada.
100 policías resguardaban el reciento donde manifestantes femeninas se citaron para entrar tras el fallo de la corte. Finalmente, Rehana se vio obligada a abandonar su intento de entrar en el santuario del edificio.
Más tarde, algunas versiones aseguran que su casa fue destrozada por algunos malhechores no identificados.
Fathima fue posteriormente arrestada por una selfie, en la que mostró parte de su muslo mientras estaba vestida con ropa de peregrino, lo que provocó quejas de que la imagen era «explícitamente sexual» y por provocar «y herir sentimientos religiosos».
La mujer de 32 años estará encarcelada temporalmente mientras las autoridades investigan.
Quienes la acusan, señalan que Rehana parece haber imitado a la deidad que preside el templo, el señor Ayyappa, en la forma en que ella se sienta en la foto, lo que ella negó en todo momento.
Los administradores del templo argumentan que la naturaleza célibe de el señor Ayyappa está protegida por la constitución de la India.
Algunas figuras religiosas consideran que las mujeres que están menstruando son impuras y la policía abordó el asunto después de quejas de que la imagen «hería los sentimientos religiosos de los devotos del Señor Ayyappa».
Rehana es una actriz, activista y modelo que está casada y tiene dos hijos, además trabajaba como técnica para la compañía de telecomunicaciones estatal, pero, según informes, fue suspendida tras la polémica.
La entrada de mujeres entre los 10 y los 50 años de edad en el templo de siglos de antigüedad fue prohibida de manera informal durante muchos años, y luego por ley en 1972.
El templo de Sabarimala está rodeado de montañas y bosques densos en la Reserva de Tigres Periyar y hasta 50 millones de devotos lo visitan cada año.
Varios otros recintos religiosos en toda la India también han prohibido la entrada a las mujeres, diciendo que la política está destinada a preservar «la pureza» de sus santuarios.
Fuente: Infobae