En lo que considera un cambio de paradigma en el sostenimiento del culto católico, y luego de decenas de reuniones con la Iglesia, el Gobierno oficializará la próxima semana una resolución por la cual «los establecimientos de gestión privada de propiedad o bajo la dirección de la Iglesia Católica» o de otras religiones podrán «percibir una contribución en concepto de sostenimiento de culto», para reemplazar gradualmente el aporte del Estado que recibe la Iglesia.
Así lo confirmaron este viernes desde la Secretaría de Culto a través de un comunicado consensuado con la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), que a principios del mes pasado, tras la asamblea plenaria llevada a cabo en la localidad bonaerense de Pilar, aceptó empezar a reemplazar de forma gradual los aportes que reciben del Estado -unos $130 millones, según el presupuesto de este año-, destinados a las asignaciones de los obispados, de seminaristas y parroquias de frontera.
«Buscamos este cambio de paradigma de pasar de un sistema de sostenimiento a uno basado en que los fieles sostengan a los cultos», aseguró Alfredo Abriani, secretario de Culto, en diálogo con Infobae y otros medios. «Este sistema hace a la igualdad religiosa», abundó el funcionario, que a mediados de año reemplazó a Santiago de Estrada.
Según el Gobierno, el nuevo sistema de sostenimiento, que empezaría a reemplazar en forma progresiva los fondos que la Iglesia recibe del Estado -llevará aún un tiempo-, es «novedoso», y no se aplica en otros países que impulsaron diferentes mecanismos de sostenimiento.
A través de la nueva reglamentación, que será publicada en los próximos días en el Boletín Oficial, y que llevará las firmas de los ministros Alejandro Finocchiaro y Jorge Faurie, el Gobierno impulsa los mecanismos que habilita a las instituciones educativas católicas -o de otras religiones- de gestión privada a cobrar un plus en carácter de «contribución» destinado al sostenimiento del culto.
Según el Episcopado, que promovió la idea en las reuniones que mantuvo durante el año con los funcionarios macristas, será «de manera libre y progresiva». La «cuota», de la que aún no hay precisiones de cómo se instrumentará, ni en qué establecimientos y si será voluntaria o no, sí anticiparon las fuentes que será de un porcentaje «muy bajo».
«Establécese que los establecimientos educativos públicos de gestión privada de titularidad o bajo la dirección de la Iglesia Católica o de una confesión religiosa inscripta en el Registro Nacional de Cultos, podrán percibir una contribución en concepto de sostenimiento del culto, a cargo de los padres responsables de los alumnos que asistan a los mismos, por cuenta y orden de la institución religiosa que corresponda», remarca la resolución oficial que será publica antes de fin de año y a la que accedió este medio.
La medida se instrumentó para regular a los establecimientos educativos que reciben aportes del Estado. Y que, desde ahora, estarán habilitados como agentes recaudadores a percibir un monto extra que, según el objetivo de la Iglesia, iría a un «fondo solidario» para autofinanciarse.
El macrismo, sin embargo, no se reunió en todo este tiempo solo con el Episcopado: Abriani también recibió a la cúpula de la AMIA para conversar sobre el sostenimiento al culto judío.
La polémico en torno a los fondos que recibe la Iglesia se había instalado a principios de año, tras una respuesta del jefe de Gabinete, Marcos Peña, incluida en el informe mensual al Parlamento en la que contestó a cuánto ascendía el presupuesto destinado a la Iglesia para las asignaciones de los obispos.
Además de esta resolución, el Gobierno empezó a trabajar con la AFIP para «facilitar y hacer más visible la información sobre los incentivos fiscales relativos a las donaciones a las instituciones religiosas». Es decir, desburocratizar las donaciones que existen actualmente.
Entre las herramientas se evalúa también incorporar tecnología. Por ejemplo, se habló sobre la eventual implementación de financiamiento a través de códigos QR.
La medida que oficializará el Gobierno en los próximos días será en la previa del encuentro que Mauricio Macri tiene previsto, según fuentes oficiales, para el jueves 20 por la mañana con la cúpula de la Conferencia Episcopal, en Casa Rosada, para el tradicional saludo de fin de año.