La compañía holandesa Smit anunció que está lista para comenzar los trabajos de extracción de las 2.380 toneladas de combustible que hay en los tanques del crucero Costa Concordia, que naufragó la noche del 13 de enero en aguas del mar Tirreno frente a la isla italiana del Giglio.
La noticia no es menor, porque durante el fin de semana creció el temor por un posible deslizamiento del barco, que provocaría un derrame de combustible y una inmediata catástrofe ambiental, pues la isla del Giglio forma parte de un parque natural marino considerado uno de los ecosistemas más importantes del Mediterráneo.
Para que se comprenda mejor la situación, la prensa italiana difundió unas imágenes en 3D que explican cuál sería el peor escenario posible si no se extrae rápidamente el carburante que hay en el buque hundido (video).
Para aportar algo de tranquilidad, en las últimas horas el jefe de la Protección Civil italiana, Franco Gabrielli, explicó en rueda de prensa que la nave se encuentra «en condiciones de estabilidad» y los expertos han establecido que es posible llevar a cabo las tareas de búsqueda de los desaparecidos y de extracción de combustible de forma paralela.
Gabrielli, designado comisario especial para gestionar esta situación de emergencia, señaló que la embarcación no necesita intervenciones externas para «confirmar su estabilidad» y que los expertos han concluido que no existe peligro de que la nave se deslice y se hunda en uno de los desniveles que presenta el fondo marino.
Sin embargo, la inquietud persiste y seguirá flotando en el ambiente mientras no se extraiga el combustible que está alojado en el interior de la nave. Es que el paso de los días complica aún más la situación. Y el mismo jefe de Protección Civil subrayó que la búsqueda de la veintena de personas que siguen desaparecidas continuará mientras sea posible inspeccionar el barco, aunque destacó que la situación en la que trabajan los buzos es cada vez más «complicada» por las condiciones que presenta la nave.
Fuente; Infobae